La pregunta sobre la propiedad de Cacaolat a menudo genera confusión. A pesar de su popularidad y larga trayectoria, la respuesta no es tan sencilla como un simple "sí" o "no". Para comprender completamente la situación actual, es necesario explorar la rica historia de la marca y sus diversos propietarios a lo largo de los años.
La historia de Cacaolat se remonta a 1933, cuando fue creado por Marc Viader Bas, miembro de la familia fundadora de la Granja Viader, una empresa lechera con sede en Cardedeu, Barcelona. La idea surgió tras un viaje a Budapest, donde Viader observó la popularidad de bebidas similares a base de cacao y leche. Inspirado por esta experiencia, Viader desarrolló una fórmula innovadora y presentó Cacaolat en la Feria de Muestras de Barcelona de ese mismo año. La respuesta del público fue inmediata y abrumadoramente positiva, marcando el inicio del éxito de la marca.
Desde su lanzamiento, Cacaolat se convirtió rápidamente en un producto icónico en Cataluña y, posteriormente, en toda España. Su sabor único, su presentación en botellas de vidrio retornables y su innovadora campaña publicitaria contribuyeron a su popularidad. Durante décadas, Cacaolat fue sinónimo de batido de chocolate de alta calidad y se convirtió en un elemento básico en los hogares españoles.
A lo largo de su extensa trayectoria, Cacaolat ha experimentado varios cambios de propiedad, reflejando las dinámicas del mercado y las estrategias empresariales de diferentes compañías. Estos cambios han generado cierta confusión sobre la afiliación actual de la marca.
En la década de 1970, Cacaolat fue adquirida por Clesa (Central Lechera Española, S.A.), una importante empresa láctea española. Bajo la propiedad de Clesa, Cacaolat continuó su expansión y consolidó su posición en el mercado de batidos de chocolate. Sin embargo, la situación financiera de Clesa se deterioró en las décadas siguientes, lo que eventualmente llevó a nuevos cambios de propiedad.
A principios del siglo XXI, Clesa enfrentó graves problemas económicos que culminaron en su adquisición por parte de Nueva Rumasa en 2007. Nueva Rumasa, un holding empresarial propiedad de la familia Ruiz-Mateos, tenía ambiciosos planes para Cacaolat, incluyendo la diversificación de la marca con nuevos productos como galletas y bombones y la eventual salida a bolsa. Sin embargo, la gestión de Nueva Rumasa estuvo marcada por la controversia y la inestabilidad financiera, lo que llevó a su colapso en 2011.
En medio de la crisis de Nueva Rumasa, la marca Cacaolat fue adquirida temporalmente por Coca-Cola Iberia en 2011. Esta adquisición generó expectativas sobre el futuro de la marca, ya que Coca-Cola es una de las compañías de bebidas más grandes del mundo. Sin embargo, la propiedad de Coca-Cola Iberia fue breve.
Tras un proceso de subasta, en 2012, Cacaolat fue adquirida por un consorcio liderado por Damm, una empresa cervecera española con sede en Barcelona, y Cobega, el embotellador de Coca-Cola para España y Portugal en ese momento. Esta adquisición marcó un nuevo capítulo en la historia de Cacaolat, devolviendo la marca a manos catalanas y asegurando su continuidad. En 2021, Damm se convirtió en el único propietario de Cacaolat, consolidando su control sobre la marca.
Damm ha demostrado un fuerte compromiso con la marca Cacaolat, invirtiendo en su modernización, expansión y promoción. Bajo la propiedad de Damm, Cacaolat ha mantenido su calidad y sabor original, al tiempo que ha lanzado nuevos productos y formatos para adaptarse a las demandas del mercado actual. La empresa ha apostado por la sostenibilidad y la innovación, manteniendo la esencia tradicional de la marca.
Cacaolat continúa siendo un producto emblemático en España, especialmente en Cataluña. Su larga historia, su sabor inconfundible y su fuerte conexión con la cultura local lo convierten en un símbolo de nostalgia y tradición. A pesar de los cambios de propiedad y los desafíos del mercado, Cacaolat ha sabido reinventarse y mantenerse relevante para las nuevas generaciones.
Además del Cacaolat clásico, la marca ofrece una variedad de productos, incluyendo Cacaolat Noir (con un sabor más intenso a chocolate), Cacaolat Mocca (con café) y Cacaolat 0% azúcares añadidos. Estos productos buscan satisfacer las diferentes preferencias de los consumidores y adaptarse a las tendencias actuales de salud y bienestar.
Cacaolat ha adoptado prácticas sostenibles en su producción y envasado. La empresa utiliza botellas de vidrio retornables y envases reciclables, y se ha comprometido a reducir su huella de carbono. Este compromiso con la sostenibilidad refleja la creciente preocupación de los consumidores por el medio ambiente y la responsabilidad social de las empresas.
En resumen, la respuesta a la pregunta "¿Cacaolat es de Coca-Cola?" es no, al menos no directamente ni actualmente. Si bien Coca-Cola Iberia fue propietaria de Cacaolat durante un breve período, actualmente la marca pertenece al Grupo Damm. La historia de Cacaolat es un testimonio de la capacidad de una marca para sobrevivir y prosperar a pesar de los cambios de propiedad y los desafíos del mercado. Desde sus humildes comienzos en 1933 hasta su posición actual como un icono reinventado, Cacaolat sigue siendo un símbolo de la cultura y la tradición española.