Los porotos blancos, también conocidos como alubias blancas o judías blancas, son una legumbre versátil y nutritiva que forma parte fundamental de la dieta en muchas culturas alrededor del mundo. Su popularidad radica no solo en su sabor suave y agradable, sino también en su perfil nutricional excepcionalmente beneficioso para la salud.
Una de las preguntas más frecuentes al considerar la inclusión de porotos blancos en la dieta es su contenido calórico. En promedio, 100 gramos de porotos blancos cocidos aportan entre 90 y 140 calorías. Esta variación depende de factores como el método de cocción, la adición de ingredientes como aceite o sal, y el tipo específico de poroto blanco. Es crucial entender que, aunque contienen calorías, estas provienen principalmente de carbohidratos complejos y proteínas, lo que los convierte en una fuente de energía sostenida y saludable.
Más allá de su contenido calórico, los porotos blancos ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud, respaldados por la evidencia científica.
Los porotos blancos tienen un índice glucémico (IG) relativamente bajo, lo que significa que liberan glucosa en la sangre de manera gradual. Esto, combinado con su alto contenido de fibra, ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, previniendo picos y caídas bruscas. Esta característica los convierte en un alimento ideal para personas con diabetes o resistencia a la insulina.
La fibra soluble presente en los porotos blancos ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL ("colesterol malo") en la sangre, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardíacas. Además, el potasio contribuye a mantener una presión arterial saludable, otro factor clave para la salud cardiovascular. Los porotos blancos también son una buena fuente de magnesio, que juega un papel importante en la función cardíaca.
El alto contenido de fibra de los porotos blancos promueve la regularidad intestinal y previene el estreñimiento. La fibra también actúa como prebiótico, alimentando a las bacterias beneficiosas en el intestino, lo que mejora la salud de la microbiota intestinal y fortalece el sistema inmunológico.
La combinación de proteínas y fibra en los porotos blancos contribuye a aumentar la sensación de saciedad, lo que puede ayudar a reducir la ingesta calórica total y promover la pérdida de peso. Además, al ser una fuente de energía sostenida, ayudan a evitar los antojos y a mantener los niveles de energía estables a lo largo del día.