Morcillo Guisado: Un Plato Reconfortante Lleno de Sabor

El morcillo de ternera, también conocido como jarrete o zancarrón, es un corte de carne que, aunque a menudo se clasifica como de segunda o tercera categoría, ofrece un sabor y una textura excepcionales cuando se cocina adecuadamente. Su abundante tejido conectivo se convierte en gelatina durante la cocción lenta, lo que resulta en una carne tierna, jugosa y llena de sabor. Este artículo explora a fondo la receta de carne de morcillo guisada, desglosando cada paso para asegurar un plato perfecto, desde la selección de los ingredientes hasta los trucos para lograr una salsa irresistible.

¿Qué es el Morcillo y por qué es Ideal para Guisos?

El morcillo proviene de la parte inferior de las patas de la ternera, específicamente de la zona que rodea la tibia y el peroné. Debido a su constante uso, esta área contiene una gran cantidad de colágeno, lo que le da a la carne su característica textura fibrosa. Esta abundancia de colágeno es precisamente lo que hace que el morcillo sea tan adecuado para guisos y estofados. Durante la cocción prolongada, el colágeno se descompone en gelatina, enriqueciendo la salsa y suavizando la carne hasta el punto de que se deshace en la boca. Además, el morcillo tiene un sabor profundo y rico que se intensifica con la cocción lenta.

Selección y Preparación del Morcillo

Al comprar morcillo, busca piezas que tengan un color rojo brillante y una buena cantidad de marmoleo (vetas de grasa) entre las fibras musculares. El marmoleo contribuye a la jugosidad y al sabor de la carne. Si es posible, pide a tu carnicero que te corte el morcillo en trozos de tamaño similar, de unos 4-5 centímetros de grosor, para asegurar una cocción uniforme. Antes de cocinar, seca bien los trozos de morcillo con papel de cocina para que se doren adecuadamente al sellarlos.

Ingredientes Clave para un Guiso de Morcillo Excepcional

Si bien existen numerosas variaciones de la receta de carne de morcillo guisada, algunos ingredientes son esenciales para lograr un plato delicioso y equilibrado:

  • Morcillo de ternera: El ingrediente principal, por supuesto. Calcula unos 200-250 gramos por persona.
  • Cebolla: Aporta dulzor y profundidad de sabor a la salsa.
  • Ajo: Un imprescindible para cualquier guiso. Realza el sabor de la carne y las verduras.
  • Zanahoria: Añade un toque dulce y un color vibrante al plato.
  • Pimiento: Verde, rojo o una combinación de ambos, para un sabor más complejo.
  • Tomate: Ya sea tomate triturado, tomate frito o una combinación de ambos, el tomate es fundamental para la base de la salsa.
  • Vino tinto: Un buen vino tinto seco añade profundidad y complejidad al sabor del guiso. Busca un vino de cuerpo medio, como un Rioja o un Merlot.
  • Caldo de carne: Utiliza un caldo de carne de buena calidad, preferiblemente casero, para enriquecer la salsa.
  • Hierbas aromáticas: Laurel, tomillo, romero y perejil son excelentes opciones para aromatizar el guiso.
  • Aceite de oliva virgen extra: Para sellar la carne y sofreír las verduras.
  • Sal y pimienta negra recién molida: Para sazonar al gusto.

Variaciones y Adiciones Opcionales

La receta de carne de morcillo guisada es muy versátil y se puede adaptar a tus gustos personales. Aquí tienes algunas ideas para añadir un toque diferente a tu guiso:

  • Champiñones: Añaden un sabor terroso y una textura carnosa al plato.
  • Patatas: Se pueden añadir al guiso en el último momento para que se cocinen en la salsa.
  • Guisantes: Un toque de color y dulzor.
  • Especias: Pimentón dulce o picante, comino, clavo o canela pueden añadir un toque exótico al guiso.
  • Un toque picante: Una guindilla o un poco de chile en polvo para los amantes del picante.

Paso a Paso: Preparando el Guiso de Morcillo Perfecto

  1. Sella la carne: Calienta una buena cantidad de aceite de oliva virgen extra en una olla grande o una cazuela de fondo grueso a fuego medio-alto. Sazona los trozos de morcillo con sal y pimienta negra recién molida. Sella la carne por todos lados hasta que esté dorada, pero no la cocines por completo. Retira la carne de la olla y reserva. Este paso es crucial para desarrollar el sabor del guiso. El dorado de la carne crea reacciones de Maillard, que contribuyen a un sabor más profundo y complejo.
  2. Sofríe las verduras: En la misma olla, añade un poco más de aceite de oliva si es necesario. Sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Añade el ajo picado y cocina durante un minuto más, hasta que desprenda su aroma. Añade la zanahoria y el pimiento picados y cocina durante unos minutos más, hasta que estén ligeramente blandos. El sofrito es la base del sabor del guiso. Cocinar las verduras lentamente permite que liberen sus azúcares naturales y se caramelicen, lo que añade dulzor y profundidad al plato.
  3. Añade el tomate: Incorpora el tomate triturado o frito a la olla y cocina durante unos minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que se haya reducido ligeramente. El tomate aporta acidez y cuerpo a la salsa. Si utilizas tomate triturado, asegúrate de cocinarlo lo suficiente para que pierda su acidez.
  4. Desglasa la olla con vino tinto: Vierte el vino tinto en la olla y raspa el fondo para despegar los trozos caramelizados que se hayan pegado. Deja que el vino se reduzca a la mitad, removiendo ocasionalmente. Este paso es fundamental para añadir profundidad de sabor al guiso. El vino tinto desglasa la olla, liberando los sabores caramelizados que se han acumulado en el fondo.
  5. Añade la carne y el caldo: Vuelve a colocar la carne en la olla. Vierte el caldo de carne hasta que cubra la carne. Añade las hierbas aromáticas (laurel, tomillo, romero) y sazona con sal y pimienta negra al gusto. Asegúrate de que el caldo cubra completamente la carne para que se cocine de manera uniforme.
  6. Cocina a fuego lento: Lleva el guiso a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa la olla y cocina a fuego lento durante al menos 2-3 horas, o hasta que la carne esté muy tierna y se deshaga fácilmente con un tenedor. Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo de la olla. La cocción lenta es clave para lograr un guiso de morcillo tierno y jugoso. El colágeno de la carne se descompone lentamente en gelatina, lo que suaviza la carne y enriquece la salsa.
  7. Rectifica la sazón y sirve: Una vez que la carne esté tierna, retira las hierbas aromáticas (laurel, tomillo, romero). Prueba la salsa y rectifica la sazón si es necesario. Si la salsa está demasiado líquida, puedes destapar la olla y cocinar a fuego medio durante unos minutos más para que se reduzca. Sirve el guiso de morcillo caliente, acompañado de puré de patatas, arroz blanco, pan crujiente o verduras al vapor.

Consejos y Trucos para un Guiso de Morcillo Perfecto

  • No tengas prisa: La clave para un buen guiso de morcillo es la cocción lenta. Cuanto más tiempo se cocine, más tierna y sabrosa será la carne.
  • Utiliza ingredientes de buena calidad: Un buen morcillo, un buen vino y un buen caldo marcarán la diferencia en el sabor final del guiso.
  • No te saltes el paso de sellar la carne: Sellar la carne ayuda a desarrollar el sabor y a mantenerla jugosa.
  • Ajusta la cantidad de líquido: Si el guiso se seca demasiado durante la cocción, añade un poco más de caldo. Si la salsa está demasiado líquida, destapa la olla y cocina a fuego medio durante unos minutos más para que se reduzca.
  • Prueba y rectifica la sazón: La sazón es fundamental para el sabor final del guiso. Prueba la salsa regularmente y ajústala según sea necesario.
  • Deja reposar el guiso: Si tienes tiempo, deja reposar el guiso durante unas horas o incluso de un día para otro. Esto permitirá que los sabores se desarrollen aún más.

Cómo Adaptar la Receta a Diferentes Opciones de Cocina

Si bien la receta tradicional se prepara en una olla o cazuela, también es posible adaptar la receta de carne de morcillo guisada a otros métodos de cocción:

  • Olla a presión: Reduce significativamente el tiempo de cocción. Sigue los mismos pasos de la receta tradicional, pero cocina el guiso en la olla a presión durante unos 45-60 minutos.
  • Cocción lenta (slow cooker): Ideal para cocinar el guiso mientras estás fuera de casa. Sigue los mismos pasos de la receta tradicional, pero cocina el guiso en la olla de cocción lenta a fuego bajo durante 6-8 horas o a fuego alto durante 3-4 horas.
  • Horno: Precalienta el horno a 160°C (320°F). Sigue los mismos pasos de la receta tradicional, pero cocina el guiso en el horno durante 2-3 horas, o hasta que la carne esté tierna.

Con qué Acompañar el Morcillo Guisado

El morcillo guisado es un plato versátil que se puede acompañar con una gran variedad de guarniciones:

  • Puré de patatas: Un clásico reconfortante que combina a la perfección con la salsa rica y sabrosa del guiso.
  • Arroz blanco: Una opción sencilla y elegante que permite que el sabor del guiso sea el protagonista.
  • Pan crujiente: Ideal para mojar en la salsa.
  • Verduras al vapor: Brócoli, coliflor, judías verdes o zanahorias al vapor son una opción saludable y equilibrada.
  • Polenta: Una alternativa cremosa y deliciosa al puré de patatas.
  • Cuscús: Un acompañamiento ligero y exótico que combina bien con los sabores del guiso.

Conclusión

La receta de carne de morcillo guisada es un plato tradicional y reconfortante que, aunque requiere tiempo y paciencia, recompensa con un sabor y una textura inigualables. Con los ingredientes adecuados, una técnica de cocción adecuada y algunos consejos útiles, puedes preparar un guiso de morcillo que sorprenderá a tus invitados y te transportará a los sabores de la cocina de la abuela. Anímate a probar esta receta y descubre la magia de este humilde corte de carne.

tag: #Guisada #Carne

Lea también:

Mozzafiato
Información LegalTérminos y Condiciones de UsoPolítica de Privacidad

Redes sociales

Instagram