Coca de Llanda con Medidas en Vaso: ¡La Receta Casera Más Sencilla!

La coca de llanda, también conocida en algunas zonas como coca boba o coca de mida, es un bizcocho tradicional valenciano que evoca recuerdos de infancia y meriendas familiares. Su esponjosidad y sabor suave la convierten en un acompañamiento perfecto para un vaso de leche, horchata o incluso un café. Este artículo explora en profundidad la receta clásica de la coca de llanda, con un enfoque en las medidas en vaso, y ofrece una guía detallada para que puedas prepararla en casa con éxito, independientemente de tu nivel de experiencia en la cocina.

Orígenes y Tradición de la Coca de Llanda

La coca de llanda es mucho más que un simple bizcocho; es un símbolo de la gastronomía valenciana. Su nombre, "coca de llanda", hace referencia al recipiente metálico (la "llanda") en el que tradicionalmente se hornea. Aunque existen variaciones en la receta según cada familia y región, la esencia de la coca de llanda permanece inalterable: un bizcocho sencillo, esponjoso y lleno de sabor.

La tradición de la coca de llanda se remonta a generaciones atrás, cuando las amas de casa valencianas preparaban este bizcocho con ingredientes básicos y medidas caseras, como el uso de vasos o envases de yogur como referencia. Esta práctica, que aún se conserva en muchos hogares, facilita la elaboración de la receta y la hace accesible a todos.

La Receta Clásica con Medidas en Vaso

La belleza de la coca de llanda reside en su simplicidad. La receta tradicional se basa en ingredientes comunes y medidas fáciles de recordar, lo que la convierte en una opción ideal tanto para principiantes como para expertos en la cocina.

Ingredientes:

  • Harina: 4 vasos (aproximadamente 500 gramos) - Harina de trigo común, preferiblemente de repostería, para obtener una textura más suave.
  • Azúcar: 3 vasos (aproximadamente 450 gramos) - Azúcar blanco granulado. También se puede utilizar azúcar moreno, aunque alterará ligeramente el sabor y el color del bizcocho.
  • Leche: 1 vaso (aproximadamente 250 ml) - Leche entera, aunque se puede sustituir por leche semidesnatada o incluso vegetal (soja, almendras, etc.).
  • Aceite de girasol: 1 vaso (aproximadamente 250 ml) - Aceite de girasol, por su sabor neutro. Se puede usar aceite de oliva suave, pero el sabor será más pronunciado.
  • Huevos: 4 unidades - Huevos medianos o grandes.
  • Levadura química (polvo de hornear): 1 sobre (16 gramos) - Imprescindible para que el bizcocho suba y quede esponjoso.
  • Ralladura de limón: La de 1 limón - Aporta un aroma fresco y cítrico característico de la coca de llanda.
  • Una pizca de sal: Para realzar los sabores.
  • Azúcar para espolvorear: Opcional, para decorar la superficie del bizcocho.

Preparación:

  1. Precalentar el horno: Precalentar el horno a 180ºC (calor arriba y abajo). Esto es crucial para una cocción uniforme.
  2. Preparar la llanda: Engrasar y enharinar una llanda rectangular (aproximadamente 30x40 cm). Esto evitará que la coca se pegue y facilitará su desmolde. También se puede utilizar papel de horno.
  3. Batir los huevos con el azúcar: En un bol grande, batir los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla blanquecina y espumosa. Este paso es fundamental para incorporar aire a la masa y lograr un bizcocho esponjoso. Se puede utilizar una batidora eléctrica o unas varillas manuales.
  4. Añadir el aceite y la leche: Incorporar el aceite y la leche poco a poco, sin dejar de batir, hasta que se integren completamente.
  5. Añadir la ralladura de limón y la sal: Agregar la ralladura de limón y la pizca de sal y mezclar.
  6. Incorporar la harina y la levadura: Tamizar la harina con la levadura y añadirla a la mezcla anterior poco a poco, mezclando con movimientos suaves y envolventes para evitar que se baje la masa. Es importante no sobrebatir la masa, ya que esto puede desarrollar el gluten y resultar en un bizcocho duro.
  7. Verter la masa en la llanda: Verter la masa en la llanda preparada y extenderla uniformemente.
  8. Espolvorear con azúcar (opcional): Espolvorear la superficie del bizcocho con azúcar, si se desea. Esto le dará un toque crujiente y dulce.
  9. Hornear: Hornear durante 30-40 minutos, o hasta que esté dorada y al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio. El tiempo de cocción puede variar según el horno, por lo que es importante vigilar el bizcocho.
  10. Enfriar y desmoldar: Dejar enfriar la coca de llanda completamente antes de desmoldarla. Una vez fría, se puede cortar en porciones y servir.

Variaciones y Consejos

Aunque la receta clásica es deliciosa por sí sola, existen numerosas variaciones que permiten personalizar la coca de llanda a tu gusto.

  • Coca de llanda con yogur: Sustituir la leche por un yogur natural o de limón para una textura más cremosa y un sabor ligeramente ácido.
  • Coca de llanda con naranja: Sustituir la ralladura de limón por ralladura de naranja y añadir un poco de zumo de naranja a la masa.
  • Coca de llanda con canela: Añadir una cucharadita de canela en polvo a la masa para un toque especiado.
  • Coca de llanda con chocolate: Añadir pepitas de chocolate a la masa o cubrir el bizcocho con una capa de chocolate fundido.
  • Coca de llanda con frutos secos: Añadir nueces, almendras o avellanas picadas a la masa.

Consejos adicionales:

  • Es importante utilizar ingredientes a temperatura ambiente para una mejor integración.
  • No abrir el horno durante la cocción para evitar que el bizcocho se baje.
  • Si la superficie del bizcocho se dora demasiado rápido, cubrirla con papel de aluminio durante los últimos minutos de cocción.
  • Para comprobar si el bizcocho está cocido, insertar un palillo en el centro. Si sale limpio, está listo.
  • La coca de llanda se conserva bien durante varios días en un recipiente hermético.

Entendiendo la Química de la Coca de Llanda

Más allá de la receta, comprender los principios científicos detrás de la coca de llanda puede ayudarte a perfeccionar tu técnica y resolver problemas comunes. Por ejemplo, la reacción de Maillard, responsable del dorado y sabor característico de la corteza, se ve influenciada por la temperatura y el tiempo de cocción. Un control preciso de estos factores puede marcar la diferencia entre una coca de llanda simplemente buena y una excepcional.

La levadura química (bicarbonato de sodio con un ácido, como cremor tártaro) genera dióxido de carbono, que es lo que hace que la masa se eleve. La cantidad de levadura y la forma en que se incorpora a la masa son cruciales para obtener la textura deseada. Demasiada levadura puede resultar en un bizcocho con un sabor amargo y una textura irregular, mientras que muy poca puede hacer que el bizcocho quede denso y apelmazado.

La Coca de Llanda y la Dieta

Si bien la coca de llanda es un delicioso manjar, es importante tener en cuenta su contenido calórico y de azúcar, especialmente si estás siguiendo una dieta específica o tienes alguna condición de salud como diabetes. Afortunadamente, existen alternativas para hacer la coca de llanda más saludable sin sacrificar el sabor.

Puedes reducir la cantidad de azúcar utilizando edulcorantes naturales como stevia o eritritol. También puedes sustituir parte de la harina blanca por harina integral o harina de almendras para aumentar el contenido de fibra. El uso de aceite de oliva virgen extra en lugar de aceite de girasol también puede añadir beneficios para la salud.

Coca de Llanda: Más Allá de la Receta

La coca de llanda es un lienzo en blanco para la creatividad culinaria. Experimentar con diferentes ingredientes y técnicas puede llevarte a descubrir nuevas y emocionantes versiones de este clásico valenciano. Considera la posibilidad de añadir especias exóticas como cardamomo o jengibre, o de incorporar frutas de temporada como higos o cerezas.

También puedes jugar con las texturas, añadiendo frutos secos tostados o semillas a la masa. La clave está en no tener miedo de experimentar y en adaptar la receta a tus propios gustos y preferencias.

Un Clásico Adaptable a Todos los Públicos

La coca de llanda, gracias a su sencillez y versatilidad, es un bizcocho que puede disfrutarse en cualquier ocasión y por personas de todas las edades y niveles de experiencia en la cocina. Desde el principiante que se inicia en el mundo de la repostería hasta el chef experimentado que busca un postre reconfortante y lleno de sabor, la coca de llanda siempre es una opción acertada.

Su carácter tradicional y su aroma inconfundible evocan recuerdos de infancia y momentos felices en familia, convirtiéndola en un símbolo de la gastronomía valenciana y un tesoro culinario que se transmite de generación en generación.

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