Lascocas a la pala son mucho más que una simple receta; son un pedazo de historia, una tradición culinaria arraigada en la comarca del Vinalopó Mitjà, especialmente en Agost, Alicante. Este pan plano, sencillo en sus ingredientes pero rico en sabor y significado, se ha transmitido de generación en generación, manteniendo viva la esencia de la cocina mediterránea más auténtica.
El nombre "cocas a la pala" proviene de la forma tradicional de cocinarlas: sobre unapala de hojalata, directamente en el horno de leña. Esta técnica ancestral, aunque cada vez menos común, sigue siendo la preferida por aquellos que buscan recrear el sabor original de este manjar. La utilización de la pala no solo influye en la cocción, proporcionando una base crujiente y un interior esponjoso, sino que también añade un toque artesanal y nostálgico al proceso.
Históricamente, las cocas a la pala eran un alimento básico en la dieta de los agricultores y trabajadores de la zona. Su sencillez y bajo costo las convertían en una opción ideal para el almuerzo o la cena, acompañadas de productos de la tierra como salazones, embutidos, huevos fritos o incluso simplemente un chorro de aceite de oliva.
La receta de las cocas a la pala es sorprendentemente simple, lo que resalta la calidad de los ingredientes y la importancia de la técnica. Los ingredientes básicos son:
Aunque la receta básica es sencilla, existen numerosas variaciones que incorporan otros ingredientes como pimentón dulce o picante, hierbas aromáticas (romero, tomillo), ajo, cebolla o incluso tomate. Estas variaciones permiten adaptar la coca a los gustos personales y a los ingredientes disponibles en cada temporada.
La elaboración de las cocas a la pala requiere paciencia y dedicación, pero el resultado final vale la pena. A continuación, se detalla el proceso paso a paso:
En un bol grande, mezclar la harina y la sal. Si se utiliza levadura, disolverla en un poco de agua tibia y añadirla a la harina. Agregar el aceite de oliva y el agua poco a poco, amasando hasta obtener una masa homogénea y elástica. La masa no debe ser pegajosa, pero tampoco demasiado seca. Si es necesario, añadir un poco más de harina o agua para ajustar la consistencia.
Si se utiliza levadura, cubrir el bol con un paño húmedo y dejar reposar la masa en un lugar cálido durante al menos una hora, o hasta que haya duplicado su tamaño. Este paso permite que la levadura actúe y que la coca quede más esponjosa.
Dividir la masa en porciones individuales. Estirar cada porción con un rodillo hasta obtener una forma ovalada o rectangular de aproximadamente medio centímetro de grosor. Pinchar la superficie de la masa con un tenedor para evitar que se hinche demasiado durante la cocción.
Pincelar la superficie de las cocas con aceite de oliva y espolvorear con sal gruesa, pimentón, hierbas aromáticas u otros ingredientes al gusto.
Precalentar el horno a una temperatura alta (220-250°C). Colocar las cocas sobre una pala de hojalata o una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Hornear durante unos 10-15 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes. Vigilar la cocción para evitar que se quemen.
Retirar las cocas del horno y dejarlas enfriar sobre una rejilla antes de servir.
La versatilidad de las cocas a la pala permite disfrutarla de múltiples formas. Algunas de las variaciones y acompañamientos más populares son:
Las cocas a la pala también se pueden disfrutar solas, como un simple panecillo, o acompañadas de una variedad de platos. Son perfectas para mojar en salsas, untar con patés o simplemente para disfrutar con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
En Agost, las cocas a la pala son mucho más que un plato típico; son un símbolo de identidad, un vínculo con el pasado y una muestra del orgullo local. Durante las fiestas patronales y otras celebraciones, es común encontrar puestos callejeros que ofrecen cocas a la pala recién horneadas, atrayendo a lugareños y visitantes por igual.
La receta de las cocas a la pala se ha transmitido oralmente de generación en generación, con cada familia aportando su toque personal. Aunque existen variaciones en los ingredientes y en la técnica, el resultado final siempre es el mismo: una coca crujiente, sabrosa y llena de historia.
Para obtener unas cocas a la pala perfectas, es importante tener en cuenta algunos consejos y trucos:
Si visitas Agost, no puedes perderte la oportunidad de probar las auténticas cocas a la pala en alguno de los hornos y panaderías locales. Muchos de estos establecimientos siguen utilizando la receta tradicional y horneando las cocas en hornos de leña, lo que les confiere un sabor y una textura únicos. Pregunta a los lugareños por sus lugares favoritos y déjate sorprender por la calidad y el sabor de este manjar tradicional.
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