Las costillas de ternera guisadas son un plato emblemático de la cocina tradicional española, un guiso que evoca recuerdos de la infancia y comidas familiares alrededor de una mesa generosa. Este plato, aparentemente sencillo, encierra en su elaboración secretos y técnicas que, transmitidas de generación en generación, aseguran un resultado final tierno, jugoso y lleno de sabor. Más allá de una simple receta, la preparación de las costillas de ternera guisadas es un acto de cariño y dedicación que se traduce en un bocado inolvidable. Este artículo desglosa la receta tradicional, explorando cada paso con detalle, ofreciendo variantes y consejos para que puedas recrear este clásico en tu propia cocina y sorprender a tus seres queridos.
El Secreto de una Buena Costilla Guisada: Calidad de la Carne y Tiempo de Cocción
El éxito de unas costillas de ternera guisadas radica, fundamentalmente, en dos pilares: la calidad de la carne y el tiempo de cocción. No todas las costillas son iguales; la elección del corte adecuado marcará la diferencia entre un plato tierno y jugoso, y uno seco y fibroso. En cuanto al tiempo, la paciencia es una virtud. Un guiso requiere cocción lenta y prolongada para que la carne se ablande y los sabores se fusionen a la perfección.
Selección de la Carne: El Corte Ideal
Para unas costillas guisadas, se recomienda utilizar costillas con buena cantidad de carne y un porcentaje adecuado de grasa intramuscular, conocida como marmoleo. Esta grasa se derrite durante la cocción, aportando jugosidad y sabor a la carne. Los cortes más adecuados son:
- Costilla de aguja: Es un corte económico y sabroso, con buena infiltración de grasa. Requiere una cocción prolongada para ablandarse.
- Costilla de pecho: Es un corte más graso y con más hueso que la costilla de aguja. Aporta mucho sabor al guiso.
- Costilla corta (short ribs): Es un corte más moderno y apreciado, con una mayor proporción de carne y una textura muy tierna. Es más caro que las opciones anteriores, pero el resultado es excepcional.
Al comprar las costillas, asegúrate de que tengan un color rojo brillante y un aspecto fresco. Evita las costillas con un color marrón o grisáceo, ya que podrían estar en mal estado.
El Tiempo de Cocción: Clave para la Ternura
El tiempo de cocción ideal para las costillas de ternera guisadas varía en función del corte elegido y del tipo de olla que utilices. En general, se recomienda una cocción lenta y prolongada, a fuego bajo, durante al menos dos horas. Este tiempo permite que la carne se ablande y se separe del hueso con facilidad. Si utilizas una olla a presión, el tiempo de cocción se reduce considerablemente, pero es importante seguir las instrucciones del fabricante y no sobrepasar el tiempo recomendado para evitar que la carne se deshaga.
Receta Tradicional de Costillas de Ternera Guisadas
A continuación, te presentamos la receta tradicional de costillas de ternera guisadas, paso a paso, con todos los detalles y consejos para que puedas prepararla en casa con éxito.
Ingredientes (para 4 personas)
- 1.5 kg de costillas de ternera (del corte que prefieras)
- 2 cebollas medianas
- 1 pimiento verde italiano
- 2 zanahorias grandes
- 2 dientes de ajo
- 200 ml de salsa de tomate (casera o de buena calidad)
- 100 ml de vino tinto (opcional, pero recomendado)
- 1 cucharada de harina de trigo (opcional, para espesar la salsa)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra molida
- Orégano seco (opcional)
- Laurel (1-2 hojas)
- Caldo de carne (opcional, si necesitas más líquido)
Preparación
- Preparación de las costillas: Salpimienta las costillas generosamente por todos lados. Si lo deseas, puedes enharinarlas ligeramente para que se doren mejor y espesen la salsa.
- Sofrito de verduras: Pela y pica finamente las cebollas, el pimiento verde y los ajos. Pela y corta las zanahorias en rodajas. En una olla grande o cazuela, calienta un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio. Sofríe las verduras picadas durante unos 10-15 minutos, hasta que estén blandas y ligeramente doradas. Remueve de vez en cuando para evitar que se quemen.
- Sellado de la carne: Retira las verduras de la olla y reserva. En la misma olla, añade un poco más de aceite si es necesario y calienta a fuego alto. Sella las costillas por todos lados, dorándolas bien para que adquieran un bonito color. Este paso es importante para sellar los jugos de la carne y darle más sabor al guiso.
- Guiso: Una vez selladas las costillas, vuelve a añadir las verduras a la olla. Incorpora la salsa de tomate, el vino tinto (si lo usas), el orégano, el laurel y salpimienta al gusto. Remueve bien para que todos los ingredientes se integren.
- Cocción: Cubre las costillas con agua o caldo de carne (si lo usas). Lleva a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa la olla y cocina a fuego lento durante al menos 2 horas, o hasta que la carne esté muy tierna y se separe del hueso con facilidad. Remueve de vez en cuando y añade más líquido si es necesario para evitar que se seque.
- Rectificación y reposo: Una vez que las costillas estén tiernas, prueba la salsa y rectifica de sal y pimienta si es necesario. Retira la olla del fuego y deja reposar el guiso durante unos 15-20 minutos antes de servir. Este reposo permite que los sabores se asienten y se intensifiquen.
Variantes y Consejos para Personalizar tu Guiso
La receta de costillas de ternera guisadas es muy versátil y se presta a numerosas variantes y personalizaciones. Aquí te presentamos algunas ideas para que puedas adaptar la receta a tus gustos y preferencias:
- Añade patatas: Corta patatas en trozos medianos y añádelas al guiso en la última hora de cocción. Las patatas absorberán el sabor de la salsa y se convertirán en un acompañamiento delicioso.
- Incorpora otras verduras: Puedes añadir otras verduras al sofrito, como pimiento rojo, puerro o apio. Estas verduras aportarán más sabor y complejidad al guiso.
- Utiliza diferentes especias: Experimenta con diferentes especias, como pimentón dulce o picante, comino, tomillo o romero. Estas especias añadirán un toque único a tu guiso.
- Añade un toque picante: Si te gusta la comida picante, puedes añadir una guindilla o unas gotas de salsa picante al guiso.
- Espesa la salsa: Si quieres espesar la salsa, puedes añadir una cucharada de harina de trigo al sofrito o disolver una cucharadita de maicena en un poco de agua fría y añadirla al guiso en los últimos minutos de cocción.
- Utiliza cerveza: Sustituye el vino tinto por cerveza para darle un sabor diferente y más intenso al guiso.
- Cocina a fuego lento en el horno: Para un resultado aún más tierno y jugoso, puedes cocinar las costillas guisadas a fuego lento en el horno (a unos 160°C) durante varias horas.
Maridaje: Con Qué Acompañar tus Costillas Guisadas
Las costillas de ternera guisadas son un plato contundente y sabroso que marida a la perfección con vinos tintos con cuerpo, como un Rioja, un Ribera del Duero o un Priorat. También puedes acompañarlas con un vino blanco fermentado en barrica, que aportará un toque de frescura y complejidad al maridaje. En cuanto a la guarnición, las patatas fritas, el arroz blanco, una ensalada fresca o unas verduras a la plancha son opciones ideales para complementar este delicioso plato.
Más Allá de la Receta: Un Plato con Historia y Tradición
Las costillas de ternera guisadas son mucho más que una simple receta. Son un plato con historia y tradición, un símbolo de la cocina casera y familiar. Su preparación evoca recuerdos de la infancia, de comidas compartidas alrededor de una mesa generosa, de aromas que inundan la casa y abren el apetito. Al cocinar este plato, no solo estás preparando una deliciosa comida, sino que también estás conectando con tus raíces y perpetuando una tradición culinaria que ha pasado de generación en generación. Anímate a probar esta receta y descubre el placer de cocinar y compartir un plato lleno de sabor y significado.
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