Las patatas guisadas con bacalao son un plato que evoca recuerdos de hogar, de cocina de la abuela, de sabores reconfortantes y sencillos. Es una receta humilde en sus ingredientes pero rica en matices y posibilidades. Aunque la base es simple – patatas, bacalao, sofrito – la clave está en los detalles, en la calidad de los ingredientes y en el mimo con el que se prepara. Esta guía te llevará paso a paso a través de la receta tradicional, explorando variaciones y trucos para que puedas adaptarla a tus gustos y hacerla tuya.
Ingredientes Esenciales para unas Patatas Guisadas con Bacalao de Éxito
La calidad de los ingredientes es fundamental para el resultado final. No escatimes en la selección del bacalao y las patatas, ya que estos marcarán la diferencia. A continuación, una lista detallada:
- Bacalao desalado: El bacalao es el protagonista. Utiliza bacalao desalado de buena calidad. Si lo compras salado, asegúrate de desalarlo correctamente sumergiéndolo en agua fría durante 24-48 horas, cambiando el agua cada 8 horas. El bacalao en su punto justo de salazón aportará un sabor más intenso y agradable.
- Patatas: La variedad de patata influye en la textura del guiso. Las patatas especiales para guisar, como la patata monalisa o la kennebec, son ideales porque mantienen su forma durante la cocción sin deshacerse. Evita las patatas harinosas, que tienden a desintegrarse y espesan demasiado el caldo.
- Cebolla: La base del sofrito. Utiliza cebolla blanca o amarilla, dependiendo de tu preferencia. La cebolla blanca es más suave, mientras que la amarilla aporta un sabor más intenso.
- Pimiento: Aporta color y sabor al sofrito. Puedes usar pimiento verde, rojo o una combinación de ambos. El pimiento rojo aporta un toque más dulce.
- Ajo: Imprescindible para aromatizar el sofrito. Utiliza ajo fresco y pícalo finamente.
- Tomate: El tomate triturado o rallado es la base del sofrito. Utiliza tomate maduro y de buena calidad. También puedes usar tomate concentrado para intensificar el sabor.
- Pimentón dulce o picante: Aporta un toque ahumado y de color al guiso. Utiliza pimentón dulce para un sabor suave o pimentón picante para un toque más intenso.
- Laurel: Una hoja de laurel aporta un aroma sutil y agradable al guiso.
- Caldo de pescado o agua: El caldo de pescado realza el sabor del guiso, pero también puedes usar agua. Si usas agua, asegúrate de sazonar correctamente el guiso.
- Aceite de oliva virgen extra: Para sofreír las verduras y darle un toque de sabor al guiso.
- Sal y pimienta: Para sazonar al gusto.
- Perejil fresco: Para decorar y aportar frescor al plato al final.
Preparación Paso a Paso: La Receta Tradicional
Sigue estos pasos para preparar unas patatas guisadas con bacalao deliciosas:
- Prepara el bacalao: Si usas bacalao salado, desálalo sumergiéndolo en agua fría durante 24-48 horas, cambiando el agua cada 8 horas. Una vez desalado, desmenúzalo en trozos medianos.
- Prepara las patatas: Pela las patatas y córtalas en trozos de tamaño similar, preferiblemente cascándolas (rompiéndolas al final del corte) para que suelten almidón y espesen el caldo.
- Prepara el sofrito: En una cazuela grande, calienta aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añade la cebolla picada y el pimiento picado y sofríe hasta que estén tiernos y transparentes. Añade el ajo picado y sofríe durante un minuto más, teniendo cuidado de que no se queme.
- Añade el tomate: Agrega el tomate triturado o rallado al sofrito y cocina a fuego lento durante unos 15-20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que se haya reducido y concentrado el sabor. Añade el pimentón dulce o picante y la hoja de laurel y cocina durante un minuto más.
- Incorpora las patatas y el bacalao: Añade las patatas y el bacalao desmenuzado a la cazuela. Remueve para que se impregnen bien del sofrito.
- Cubre con caldo o agua: Cubre las patatas y el bacalao con caldo de pescado o agua. Asegúrate de que el líquido cubra todos los ingredientes.
- Cocina a fuego lento: Lleva el guiso a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa la cazuela y cocina a fuego lento durante unos 20-25 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas. Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo.
- Comprueba el punto de sal: Prueba el guiso y rectifica de sal si es necesario. Ten en cuenta que el bacalao ya aporta sal, así que es posible que no necesites añadir mucha más.
- Sirve caliente: Sirve las patatas guisadas con bacalao calientes, espolvoreadas con perejil fresco picado.
Variaciones y Toques Personales: Dale tu Propio Sello
La receta de patatas guisadas con bacalao es muy versátil y permite muchas variaciones. Aquí tienes algunas ideas para personalizarla:
- Añade verduras: Puedes añadir otras verduras al guiso, como zanahorias, guisantes, pimientos choriceros o alcachofas.
- Utiliza diferentes tipos de bacalao: Además del bacalao desalado, puedes usar bacalao fresco o bacalao ahumado. El bacalao fresco aportará un sabor más suave, mientras que el bacalao ahumado le dará un toque más intenso.
- Añade especias: Puedes añadir otras especias al guiso, como comino, orégano o tomillo.
- Espesa el caldo: Si quieres que el caldo sea más espeso, puedes añadir una cucharada de harina al sofrito antes de añadir el tomate. También puedes triturar una parte de las patatas cocidas y añadirlas al guiso para espesarlo.
- Añade un toque de vino blanco: Puedes añadir un chorrito de vino blanco al sofrito antes de añadir el tomate. El vino blanco aportará un toque de acidez y complejidad al sabor.
- Gratina el guiso: Una vez cocido, puedes pasar el guiso a una fuente apta para horno, cubrirlo con queso rallado y gratinarlo hasta que esté dorado.
- Añade huevo cocido: Puedes añadir huevo cocido en rodajas al guiso antes de servirlo.
Trucos y Consejos para un Guiso Perfecto
- No te excedas con la sal: El bacalao ya es salado, así que ten cuidado al sazonar el guiso. Prueba y rectifica al final.
- No cocines demasiado las patatas: Cocina las patatas hasta que estén tiernas, pero no demasiado blandas, para que no se deshagan en el guiso.
- Utiliza una buena cazuela: Una cazuela de barro o hierro fundido es ideal para cocinar este guiso, ya que distribuye el calor de manera uniforme y ayuda a que los sabores se mezclen.
- Deja reposar el guiso: Después de cocinarlo, deja reposar el guiso durante unos minutos antes de servirlo. Esto permite que los sabores se asienten y se intensifiquen.
- Acompaña con pan: Sirve las patatas guisadas con bacalao con pan crujiente para mojar en el delicioso caldo.
Más allá de la receta: La Historia y el Significado Cultural
Las patatas guisadas con bacalao son mucho más que una simple receta. Son un plato con historia, ligado a la tradición culinaria española y a la cultura de la Cuaresma. El bacalao, un pescado salado y seco, era una alternativa económica y accesible a la carne durante los periodos de abstinencia religiosa. Las patatas, un ingrediente humilde pero versátil, complementaban el bacalao a la perfección, creando un plato nutritivo y sabroso. Hoy en día, las patatas guisadas con bacalao siguen siendo un plato popular en toda España, especialmente durante la Semana Santa.
Consideraciones Nutricionales: Un Plato Saludable y Completo
Las patatas guisadas con bacalao son un plato nutritivo y completo. Las patatas aportan hidratos de carbono, fibra y vitaminas. El bacalao es una excelente fuente de proteínas magras y ácidos grasos omega-3. Las verduras aportan vitaminas, minerales y antioxidantes. Este plato es bajo en grasas saturadas y rico en nutrientes esenciales. Sin embargo, es importante controlar la cantidad de sal que se añade al guiso, especialmente si se tiene problemas de hipertensión.
Conclusión
Las patatas guisadas con bacalao son un plato tradicional español que te transportará a la cocina de tu abuela con cada bocado. Es una receta sencilla, económica y nutritiva que puedes adaptar a tus gustos y disfrutar en cualquier época del año. Anímate a prepararla y descubre por qué es uno de los platos más queridos de la gastronomía española.
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