En el corazón de la dehesa extremeña, en la localidad de Monesterio (Badajoz), se encuentra Embutidos Hermanos Quintero, una empresa familiar que ha sabido preservar la tradición y calidad en la elaboración de embutidos ibéricos durante más de 70 años. Su historia, profundamente arraigada en la tierra y en el respeto por el cerdo ibérico, ha trascendido fronteras, llegando a paladares exigentes en Madrid y más allá.
La historia de Embutidos Quintero se remonta a 1950, cuando Francisco Quintero Real decidió establecerse en Monesterio, un enclave estratégico para la cría del cerdo ibérico. Desde entonces, la empresa ha pasado por cuatro generaciones, cada una aportando su visión y experiencia para mantener la esencia de la marca: la calidad suprema y el respeto por la tradición. La dedicación a la materia prima es una constante, desde la selección de los cerdos ibéricos hasta el proceso de curación de los embutidos.
La empresa se distingue por su control integral del proceso productivo, que abarca desde la cría de los cerdos ibéricos en sus propias dehesas hasta la elaboración y distribución de los embutidos. Este control permite garantizar la trazabilidad de cada producto, asegurando al consumidor la procedencia y calidad de la carne. La genealogía de cada animal, su alimentación en las dehesas y el cuidado en el proceso de elaboración son pilares fundamentales de la filosofía de Embutidos Quintero.
El secreto de la calidad de los embutidos Quintero reside en una combinación de factores. En primer lugar, la materia prima: cerdos ibéricos criados en libertad en las dehesas de Extremadura, alimentados con bellotas y pastos naturales. Esta alimentación confiere a la carne un sabor y una textura únicos, que se traducen en embutidos de una calidad excepcional.
En segundo lugar, la tradición: Embutidos Quintero sigue elaborando sus productos de forma artesanal, siguiendo las recetas y técnicas transmitidas de generación en generación. El proceso de curación se realiza en secaderos naturales, donde el clima de la zona contribuye a realzar el sabor y aroma de los embutidos.
En tercer lugar, el cuidado: Embutidos Quintero presta especial atención a cada detalle del proceso productivo, desde la selección de la carne hasta el envasado del producto final. El equipo de profesionales de la empresa se esmera en garantizar la calidad y seguridad alimentaria de todos sus productos.
Embutidos Quintero ofrece un amplio catálogo de productos ibéricos, que incluye jamones, paletas, lomos, chorizos, salchichones y morcones. Cada uno de estos productos se elabora con carne de cerdo ibérico de la más alta calidad y siguiendo las recetas tradicionales de la zona.
Eljamón ibérico es, sin duda, el producto estrella de Embutidos Quintero. Se elabora con cerdos ibéricos criados en libertad en las dehesas de Extremadura y alimentados con bellotas durante la montanera. El proceso de curación, que puede durar hasta cuatro años, se realiza en secaderos naturales, donde el clima de la zona contribuye a realzar el sabor y aroma del jamón.
Ellomo ibérico es otro de los productos más apreciados de Embutidos Quintero. Se elabora con la carne del lomo del cerdo ibérico, adobada con especias y curada en secaderos naturales. El resultado es un producto de sabor intenso y textura suave, ideal para disfrutar solo o acompañado de pan y aceite de oliva.
Elchorizo ibérico y elsalchichón ibérico son embutidos elaborados con carne de cerdo ibérico picada y adobada con especias. Se curan en secaderos naturales, donde adquieren su sabor y aroma característicos. Son ideales para tapear o para añadir un toque de sabor a guisos y estofados.
Aunque Embutidos Hermanos Quintero tiene su sede y fábrica en Monesterio, su alcance se extiende a Madrid, donde los amantes de los productos ibéricos pueden disfrutar de sus delicias. Si bien no disponen de tienda física en la capital, existen diversas opciones para adquirir sus productos:
Embutidos Quintero no es solo una empresa de embutidos, es un símbolo del compromiso con la calidad, la tradición y el respeto por el medio ambiente. Su apuesta por la cría del cerdo ibérico en libertad en las dehesas de Extremadura, su elaboración artesanal de los embutidos y su cuidado por cada detalle del proceso productivo son la garantía de un producto único y excepcional.
Al degustar un embutido Quintero, se saborea la historia de una familia, el aroma de la dehesa y el sabor de la tradición. Se disfruta de un producto que es mucho más que un alimento: es una experiencia sensorial que conecta con la tierra y con la cultura ibérica.
Monesterio, la cuna de Embutidos Quintero, es un destino ideal para los amantes de la gastronomía ibérica. Además de visitar la fábrica de embutidos, los visitantes pueden disfrutar de la belleza de la dehesa extremeña, degustar otros productos típicos de la zona y conocer la rica historia y cultura de la región.
La localidad ofrece una amplia variedad de restaurantes y bares donde se pueden degustar platos elaborados con productos ibéricos de la zona. También se pueden realizar rutas de senderismo por la dehesa, visitar bodegas y queserías, y participar en actividades relacionadas con la cultura del cerdo ibérico.
Para aquellos que buscan una experiencia gastronómica auténtica y un contacto directo con la naturaleza, Monesterio es un destino imprescindible.
A pesar de su larga trayectoria, Embutidos Quintero sigue apostando por la innovación, buscando nuevas formas de mejorar sus productos y adaptarse a las demandas del mercado. La empresa está invirtiendo en nuevas tecnologías y procesos productivos, sin renunciar a la esencia de su elaboración artesanal.
El objetivo de Embutidos Quintero es seguir ofreciendo a sus clientes productos ibéricos de la más alta calidad, manteniendo su compromiso con la tradición, el respeto por el medio ambiente y el bienestar animal. La empresa mira al futuro con optimismo, consciente de que su historia y su saber hacer son su mejor aval.
En resumen, Embutidos Quintero representa la excelencia en la elaboración de embutidos ibéricos, un legado de sabor y tradición que se disfruta en Monesterio, en Madrid y en cada rincón donde se aprecia la calidad y el buen hacer.
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