El Guiso de Pollo con Tomate Perfecto: Receta Fácil y Reconfortante

El guiso de pollo con tomate es un plato fundamental en la cocina casera, presente en numerosas culturas culinarias con sutiles variaciones. Más allá de una simple receta, representa un legado transmitido de generación en generación, adaptándose a los ingredientes disponibles y a los gustos familiares. Esta guía explora a fondo el guiso de pollo con tomate, desde sus raíces y variaciones hasta una receta detallada y consejos para perfeccionarlo.

Orígenes y Variaciones Regionales

Si bien es difícil rastrear un origen único, el guiso de pollo con tomate probablemente surgió como una forma de aprovechar al máximo los ingredientes disponibles, incluyendo el pollo (una fuente de proteína accesible) y los tomates, que con el tiempo se convirtieron en un ingrediente básico en muchas cocinas. La popularización del tomate en Europa a partir del siglo XVI ciertamente influyó en el desarrollo de este plato.

Las variaciones regionales son infinitas. En España, por ejemplo, es común encontrar guisos con pimientos, cebolla y ajo, a menudo aromatizados con pimentón y hierbas provenzales. En Italia, la"pollo alla cacciatora" (pollo a la cazadora) es una versión similar, que a menudo incluye champiñones, aceitunas y vino blanco. En América Latina, cada país tiene su propia versión, a menudo incorporando chiles, comino y otras especias locales. La inclusión de papas o arroz también es una variación común, convirtiendo el guiso en una comida más sustanciosa.

Ingredientes Esenciales: Calidad y Cantidad

La calidad de los ingredientes es crucial para un buen guiso. El pollo, idealmente de corral o campero, aporta un sabor más intenso y una textura más firme. Los tomates deben estar maduros y sabrosos. Si no se dispone de tomates frescos de buena calidad, se pueden utilizar tomates enlatados (enteros pelados o triturados) de buena marca. El aceite de oliva virgen extra es la grasa preferida, tanto por su sabor como por sus beneficios para la salud.

En cuanto a las cantidades, la receta base suele incluir:

  • Pollo: Aproximadamente 1 kg, troceado o en piezas (muslos, contramuslos, pechugas).
  • Tomates: 800g - 1 kg de tomates maduros o una lata grande de tomate triturado (600-800g).
  • Cebolla: 1 cebolla mediana, picada.
  • Ajo: 2-3 dientes de ajo, picados.
  • Pimiento (opcional): 1 pimiento verde o rojo, picado.
  • Vino blanco (opcional): ½ vaso.
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra molida
  • Hierbas aromáticas: Orégano, tomillo, laurel (frescas o secas).
  • Pimentón (opcional): Dulce o picante, al gusto.
  • Azúcar: Una pizca (para corregir la acidez del tomate).

Estos son solo ejemplos. Las cantidades se pueden ajustar según el gusto personal y el número de comensales.

Receta Detallada: Paso a Paso

  1. Preparación del pollo: Salpimentar el pollo troceado. Si se desea, se puede marinar previamente con especias (pimentón, ajo en polvo, orégano) durante al menos 30 minutos.
  2. Sofrito: En una olla o cazuela grande, calentar aceite de oliva a fuego medio. Dorar el pollo por todos lados y reservar.
  3. Base del guiso: En la misma olla, añadir la cebolla picada y sofreír hasta que esté transparente. Agregar el ajo picado y, si se desea, el pimiento picado. Cocinar hasta que las verduras estén tiernas.
  4. Tomate: Incorporar el tomate triturado (o los tomates frescos pelados y troceados). Añadir una pizca de azúcar, sal, pimienta y las hierbas aromáticas (orégano, tomillo, laurel). Cocinar a fuego lento durante unos 20-30 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la salsa de tomate se espese y los sabores se mezclen.
  5. Unión de ingredientes: Volver a añadir el pollo a la olla. Si se utiliza vino blanco, verterlo sobre el pollo y dejar que se evapore el alcohol durante unos minutos.
  6. Cocción a fuego lento: Añadir agua o caldo de pollo (lo suficiente para cubrir el pollo casi por completo). Llevar a ebullición, luego reducir el fuego a bajo, tapar la olla y cocinar a fuego lento durante al menos 45 minutos, o hasta que el pollo esté tierno y se desprenda fácilmente del hueso. Remover ocasionalmente y añadir más líquido si es necesario.
  7. Toque final: Probar y rectificar de sal. Si la salsa está demasiado ácida, añadir otra pizca de azúcar. Si se desea, se puede añadir un poco de pimentón al final para darle un toque de sabor y color.
  8. Reposo: Dejar reposar el guiso durante unos minutos antes de servir. El reposo permite que los sabores se asienten y se intensifiquen.

Consejos para un Guiso Perfecto

  • Dorar el pollo: Dorar el pollo antes de añadirlo al guiso es crucial para sellar los jugos y darle un sabor más rico.
  • Sofrito lento: Un buen sofrito es la base de un buen guiso. Cocinar las verduras a fuego lento permite que liberen sus sabores y aromas de forma gradual.
  • Tiempo de cocción: La clave para un pollo tierno es la cocción a fuego lento. No hay que tener prisa.
  • Control de la acidez: La acidez del tomate puede variar. Añadir una pizca de azúcar ayuda a equilibrar los sabores.
  • Espesar la salsa: Si la salsa está demasiado líquida, se puede espesar retirando el pollo y dejando que la salsa hierva a fuego medio durante unos minutos, hasta que reduzca. También se puede añadir una cucharadita de maicena disuelta en un poco de agua fría.
  • Añadir verduras: Se pueden añadir otras verduras al guiso, como zanahorias, guisantes, champiñones o alcachofas. Añadirlas en los últimos 30 minutos de cocción para que no se deshagan.
  • Patatas: Para un guiso más contundente, se pueden añadir patatas peladas y troceadas en los últimos 30 minutos de cocción.
  • Marinado previo: Marinar el pollo antes de cocinarlo intensifica el sabor.
  • Utilizar caldo de pollo: Utilizar caldo de pollo en lugar de agua realza el sabor del guiso.
  • Servir con acompañamiento: Servir el guiso con arroz blanco, puré de patatas, pan crujiente o cuscús.
  • Elaboración casera del tomate frito: El uso de tomate frito casero, elaborado con tomates de calidad y un buen sofrito, eleva considerablemente el sabor del guiso.

Variaciones y Adaptaciones

El guiso de pollo con tomate es un plato muy versátil que se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias. Algunas variaciones comunes incluyen:

  • Pollo al chilindrón: Una versión española que incluye pimientos rojos y verdes, jamón serrano y chorizo.
  • Pollo a la cazadora (Pollo alla cacciatora): Una versión italiana con champiñones, aceitunas y vino blanco.
  • Pollo con tomate y arroz: Una versión que incorpora arroz directamente al guiso, creando un plato completo.
  • Pollo con tomate y patatas: Una versión con patatas, que lo convierte en un plato único.
  • Adaptaciones vegetarianas: Se puede sustituir el pollo por seitán, tofu o champiñones portobello para una versión vegetariana.

Consideraciones Nutricionales

El guiso de pollo con tomate es una fuente de proteínas, vitaminas y minerales. El pollo aporta proteínas de alto valor biológico, mientras que los tomates son ricos en licopeno, un antioxidante con propiedades beneficiosas para la salud. La adición de verduras como pimientos, cebollas y zanahorias aumenta el contenido de vitaminas y fibra.

Para una versión más saludable, se puede utilizar pollo sin piel, reducir la cantidad de aceite y añadir más verduras. El uso de aceite de oliva virgen extra en lugar de otras grasas también contribuye a mejorar el perfil nutricional del plato.

Conclusión

El guiso de pollo con tomate es un plato clásico y reconfortante que se puede disfrutar en cualquier época del año. Con una receta base sencilla y adaptable, se puede personalizar al gusto de cada uno. La clave para un buen guiso es utilizar ingredientes de calidad, cocinar a fuego lento y tener paciencia. ¡Buen provecho!

tag: #Pollo #Guiso

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