Las empanadas de horno son un clásico de la gastronomía en muchas culturas, adaptándose a los sabores locales y a los ingredientes disponibles. Desde Argentina hasta España, pasando por Chile y México, cada región tiene su propia versión, pero todas comparten la misma esencia: una masa sabrosa rellena de un guiso jugoso y horneada hasta alcanzar la perfección crujiente. Esta guía exhaustiva te llevará a través de todos los aspectos de la preparación de empanadas de horno excepcionales, desde la selección de ingredientes hasta los trucos para lograr una masa perfecta y un relleno irresistible.
La masa es el alma de la empanada. Una buena masa debe ser lo suficientemente resistente para contener el relleno sin romperse, pero también lo suficientemente tierna para que se deshaga en la boca. Existen diferentes tipos de masa para empanadas, cada una con sus propias características y ventajas. Analizaremos las más comunes y te guiaremos en la elección de la que mejor se adapte a tus preferencias y al tipo de relleno que vayas a utilizar.
La primera decisión que debes tomar es si preparar la masa en casa o comprarla ya hecha. La masa casera ofrece un sabor y una textura superiores, además de la satisfacción de haberla hecho tú mismo. Sin embargo, requiere más tiempo y esfuerzo. La masa comprada es una opción conveniente para aquellos que tienen poco tiempo o que no se sienten seguros con la repostería. Si optas por la masa comprada, asegúrate de elegir una marca de buena calidad y leer atentamente los ingredientes para evitar sorpresas desagradables, como aceites hidrogenados o conservantes artificiales.
Los ingredientes básicos para la masa de empanada son harina, grasa (mantequilla, aceite o grasa vegetal), agua y sal. Sin embargo, la proporción y el tipo de cada ingrediente pueden variar significativamente, afectando el resultado final.
La harina más utilizada para la masa de empanadas es la harina de trigo común (todo uso). Sin embargo, algunos panaderos prefieren utilizar harina de trigo de fuerza, que contiene más gluten y proporciona una masa más elástica y resistente. También puedes experimentar con harinas integrales o mezclas de diferentes tipos de harina para agregar sabor y nutrientes a tu masa.
La grasa es responsable de la textura tierna y hojaldrada de la masa. La mantequilla es la opción más popular, ya que aporta un sabor rico y una textura suave. La grasa vegetal (como la manteca) proporciona una textura más crujiente y es una opción más económica. El aceite, especialmente el aceite de oliva, puede utilizarse para obtener una masa más ligera y saludable. La elección de la grasa dependerá de tus preferencias personales y del tipo de empanada que vayas a preparar.
El agua es necesaria para hidratar la harina y formar el gluten, la proteína que da elasticidad a la masa. La cantidad de agua necesaria dependerá del tipo de harina y de la humedad ambiental. Es importante añadir el agua gradualmente, mezclando bien hasta obtener una masa homogénea y suave. Algunas recetas sustituyen parte del agua por vino blanco o leche para agregar sabor y mejorar la textura de la masa.
La sal es esencial para realzar el sabor de la masa y equilibrar los sabores del relleno. Utiliza sal fina y añádela a la harina antes de agregar el agua. No te excedas con la cantidad de sal, ya que puede resecar la masa y afectar su textura.
A continuación, te presentamos una receta detallada para preparar una masa de empanada casera crujiente y deliciosa:
El relleno es lo que le da sabor y personalidad a la empanada. Las posibilidades son infinitas, desde rellenos clásicos como carne, pollo o jamón y queso, hasta opciones más creativas como verduras salteadas, mariscos o incluso frutas. Lo importante es elegir ingredientes de buena calidad y combinarlos de forma equilibrada para crear un relleno sabroso y jugoso.
Una vez que tengas la masa y el relleno listos, es hora de montar las empanadas. Este paso es crucial para asegurar que las empanadas tengan una forma atractiva y que el relleno quede bien sellado.
Estira la masa sobre una superficie ligeramente enharinada hasta obtener un grosor de unos 3 mm. Utiliza un cortador de galletas redondo o un plato pequeño como plantilla para cortar discos de masa de unos 10-12 cm de diámetro.
Coloca una cucharada de relleno en el centro de cada disco de masa. Dobla la masa por la mitad, formando una media luna. Presiona los bordes con los dedos para sellar la empanada. Para asegurar un sellado perfecto, puedes utilizar un tenedor para marcar los bordes.
El repulgue es una técnica decorativa que consiste en doblar y presionar los bordes de la empanada para crear un diseño atractivo y asegurar un sellado perfecto. Existen diferentes tipos de repulgue, desde los más simples hasta los más elaborados. Puedes encontrar tutoriales en línea para aprender diferentes técnicas de repulgue.
Pincela las empanadas con huevo batido para darles un color dorado y brillante. También puedes espolvorearlas con semillas de sésamo, amapola o comino para agregar sabor y textura. Hornea las empanadas en un horno precalentado a 180°C durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes.
Como mencionamos al principio, las empanadas son un plato universal que se adapta a los sabores locales de cada región. Exploraremos algunas de las variaciones regionales más populares:
Las empanadas argentinas son famosas por su variedad de rellenos y por su repulgue característico. Algunos de los rellenos más populares son carne cortada a cuchillo, pollo, jamón y queso, y humita (crema de choclo). Se hornean o se fríen, dependiendo de la región y de las preferencias personales.
Las empanadas chilenas se caracterizan por su relleno de pino (carne picada con cebolla, huevo duro, aceitunas y pasas). Se hornean y se sirven tradicionalmente durante las Fiestas Patrias.
La empanada gallega es una gran empanada rellena de diferentes ingredientes, como atún, bacalao, carne o mariscos. La masa es similar a la del pan y se hornea hasta quedar dorada y crujiente.
Las empanadas mexicanas se caracterizan por sus rellenos picantes y sabrosos, como pollo con mole, tinga de pollo o rajas con queso. Se hornean o se fríen y se sirven con salsa y crema.