Leche Frita Vegana: Disfruta de este Postre Clásico con Avena

La leche frita, ese postre tradicional español, cremoso por dentro y crujiente por fuera, se reinventa aquí en una versión vegana que no sacrifica ni un ápice de sabor ni textura. Sustituimos la leche de vaca por leche de avena, una alternativa vegetal suave y ligeramente dulce, que aporta un toque distintivo y saludable a este manjar. Esta receta es perfecta para aquellos que siguen una dieta vegana, son intolerantes a la lactosa o simplemente buscan opciones más ligeras y respetuosas con el medio ambiente.

¿Por qué Leche de Avena?

La leche de avena no solo es una alternativa vegana viable, sino que también ofrece beneficios propios. Tiene un sabor suave y agradable, similar a la leche de vaca, pero con un toque ligeramente dulce y a nuez. Además, es naturalmente baja en grasas saturadas y rica en fibra, lo que contribuye a una digestión saludable. Al utilizar leche de avena, se reduce la dependencia de la leche de vaca, cuya producción tiene un impacto ambiental considerable.

Ingredientes Necesarios

  • Leche de avena: 1 litro (preferiblemente casera o de buena calidad, sin azúcares añadidos). La calidad de la leche de avena influye directamente en el sabor final del postre. Marcas con un alto porcentaje de avena y sin aditivos innecesarios son las más recomendables.
  • Azúcar: 150 gramos (puede ser azúcar blanco, moreno, panela o eritritol para una opción sin azúcar). La cantidad de azúcar puede ajustarse al gusto personal. El azúcar moreno o la panela aportarán un color más oscuro y un sabor ligeramente caramelizado.
  • Maicena (almidón de maíz): 80 gramos. Es crucial para lograr la textura cremosa característica de la leche frita. Asegúrate de que sea maicena pura, sin mezclas ni aditivos.
  • Piel de limón: La piel de 1 limón (solo la parte amarilla, sin la parte blanca que amarga). Aporta un aroma cítrico fresco y vibrante. Lava bien el limón antes de extraer la piel.
  • Piel de naranja: La piel de 1 naranja (solo la parte naranja, sin la parte blanca que amarga). Complementa el aroma del limón, añadiendo un toque más dulce y complejo.
  • Canela en rama: 1 rama. Infunde un aroma cálido y especiado que combina a la perfección con la leche de avena y los cítricos.
  • Aceite de oliva virgen extra: Para freír. Un aceite de oliva virgen extra suave es ideal para freír, ya que resiste bien las altas temperaturas y aporta un sabor delicado.
  • Harina: Para rebozar. Harina de trigo o una mezcla sin gluten para celíacos.
  • Azúcar y canela en polvo: Para espolvorear. La mezcla de azúcar y canela en polvo le da el toque final dulce y aromático a la leche frita.
  • Opcional: Un chorrito de extracto de vainilla. Potencia el sabor dulce y aporta un aroma adicional.

Elaboración Paso a Paso

  1. Infusión de la leche de avena: En una olla grande, vierte la leche de avena. Añade la piel de limón, la piel de naranja y la canela en rama. Calienta a fuego medio, sin que llegue a hervir, y deja infusionar durante unos 15-20 minutos. Este paso es fundamental para aromatizar la leche y darle el sabor característico a la leche frita. Cuanto más tiempo se infusión, más intenso será el sabor.
  2. Preparación de la crema: Retira las pieles de cítricos y la canela en rama de la leche. En un vaso, disuelve la maicena en un poco de leche de avena fría, removiendo hasta que no queden grumos. Esto es importante para evitar que se formen grumos en la crema.
  3. Cocción de la crema: Vuelve a poner la olla a fuego medio y añade el azúcar. Remueve hasta que se disuelva por completo. A continuación, vierte la mezcla de maicena y leche de avena en la olla, removiendo constantemente con unas varillas para evitar que se pegue al fondo. Cocina a fuego lento, sin dejar de remover, hasta que la mezcla espese y tenga la consistencia de una crema pastelera. Esto puede tardar unos 10-15 minutos. La clave está en la paciencia y la constancia en el removido.
  4. Enfriamiento: Vierte la crema en un recipiente rectangular o cuadrado, previamente forrado con papel de horno. Extiende la crema de manera uniforme y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Una vez que esté fría, cubre el recipiente con film transparente y mételo en el frigorífico durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche. Este paso es crucial para que la crema se solidifique y se pueda cortar en porciones.
  5. Corte y rebozado: Una vez que la crema esté bien fría y sólida, desmóldala con cuidado y córtala en cuadrados o rectángulos del tamaño deseado. Pasa cada porción por harina, asegurándote de que quede bien cubierta por todos los lados.
  6. Fritura: Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, fríe las porciones de leche frita por tandas, dorándolas por todos los lados. Es importante no sobrecargar la sartén para que el aceite no se enfríe y la leche frita se dore de manera uniforme.
  7. Escurrido y presentación: Retira las porciones de leche frita de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Espolvorea con azúcar y canela en polvo antes de servir.

Consejos y Trucos

  • Leche de avena casera: Preparar tu propia leche de avena es sencillo y te permite controlar los ingredientes. Simplemente mezcla copos de avena con agua, tritura, filtra y ¡listo!
  • Aromatización intensa: Si quieres un sabor más intenso, puedes añadir unas gotas de extracto de limón o naranja a la crema durante la cocción.
  • Textura perfecta: La clave para una leche frita cremosa por dentro y crujiente por fuera es controlar la temperatura del aceite durante la fritura. Si el aceite está demasiado caliente, la leche frita se quemará por fuera y quedará fría por dentro. Si el aceite está demasiado frío, la leche frita absorberá demasiado aceite y quedará grasienta.
  • Presentación creativa: Sirve la leche frita con una bola de helado vegano, frutos rojos frescos o un chorrito de sirope de agave.
  • Variaciones: Experimenta con diferentes sabores y especias. Puedes añadir ralladura de coco, cardamomo, jengibre o incluso un toque de licor vegano a la crema.
  • Conservación: La leche frita se puede conservar en el frigorífico durante un par de días. Para recalentarla, puedes freírla de nuevo durante unos segundos o calentarla en el horno.

Adaptaciones para Diferentes Audiencias

Para principiantes: La receta es relativamente sencilla, pero requiere un poco de paciencia y atención al detalle. Asegúrate de seguir las instrucciones paso a paso y no tengas miedo de experimentar.


Para profesionales: Puedes refinar la receta utilizando ingredientes de alta calidad, como leche de avena artesanal, azúcar de caña integral y aceite de oliva virgen extra de primera prensada. También puedes experimentar con técnicas de cocción más avanzadas, como la cocción a baja temperatura, para lograr una textura aún más cremosa.

Evitando Clichés y Conceptos Erróneos

Es común pensar que los postres veganos son menos sabrosos o tienen una textura inferior a los postres tradicionales. Esta receta demuestra que no es así. La leche frita vegana con leche de avena puede ser igual de deliciosa y satisfactoria que la receta original, siempre y cuando se utilicen ingredientes de calidad y se sigan las instrucciones correctamente. Además, al ser vegana, es una opción más saludable y respetuosa con el medio ambiente.

Análisis Crítico y Perspectivas Alternativas

Si bien esta receta se centra en la leche de avena como sustituto de la leche de vaca, existen otras alternativas vegetales que también podrían utilizarse, como la leche de almendras, la leche de soja o la leche de coco. Cada una de estas leches aportará un sabor y una textura ligeramente diferentes al postre final. La elección de la leche vegetal dependerá del gusto personal y de las preferencias dietéticas de cada uno. También es importante considerar el impacto ambiental de cada tipo de leche vegetal, ya que algunas, como la leche de almendras, requieren un consumo de agua considerable en su producción.

Otra perspectiva a considerar es el uso de edulcorantes alternativos al azúcar. Si bien el azúcar es el edulcorante tradicionalmente utilizado en la leche frita, existen opciones más saludables y con un menor índice glucémico, como el eritritol, el xilitol o el sirope de agave. Estos edulcorantes pueden ser una buena opción para personas con diabetes o que buscan reducir su consumo de azúcar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunos edulcorantes pueden tener un sabor ligeramente diferente al azúcar, por lo que es recomendable probar diferentes opciones hasta encontrar la que mejor se adapte a tu gusto.

tag: #Leche #Frita

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