Prepara Leche Frita de Almendras Casera: ¡Un Postre Irresistible!

La leche frita, ese postre tradicional español con su textura cremosa por dentro y crujiente por fuera, evoca recuerdos de la infancia y de las cocinas de nuestras abuelas. Sin embargo, para aquellos con intolerancia a la lactosa o que simplemente buscan alternativas más saludables, la receta original puede resultar inaccesible. Afortunadamente, existe una versión igualmente deliciosa y satisfactoria: la leche frita de almendras. Esta adaptación no solo respeta el sabor y la esencia del postre original, sino que también lo enriquece con el sutil aroma y las bondades nutricionales de las almendras.

¿Por qué Leche de Almendras? Ventajas y Beneficios

La leche de almendras se ha convertido en una alternativa popular a la leche de vaca, y con razón. Ofrece una serie de ventajas que la hacen ideal para la leche frita:

  • Sin Lactosa: Evidentemente, la principal ventaja para las personas con intolerancia a la lactosa.
  • Baja en Calorías: Generalmente, la leche de almendras contiene menos calorías que la leche de vaca, lo que la convierte en una opción más ligera.
  • Rica en Vitamina E: La vitamina E es un antioxidante que ayuda a proteger las células del daño.
  • Sin Colesterol: La leche de almendras no contiene colesterol, lo que la convierte en una opción saludable para el corazón.
  • Sabor Delicado: Aporta un sutil sabor a nuez que complementa perfectamente los demás ingredientes de la leche frita.

Sin embargo, es importante considerar que la leche de almendras, a menudo, tiene una menor proporción de proteínas que la leche de vaca. Esto se puede compensar con la adición de otros ingredientes o al elegir una marca de leche de almendras enriquecida con proteínas.

Ingredientes para la Leche Frita de Almendras

Esta receta está diseñada para ser fácil de seguir y adaptable a tus preferencias. Las cantidades son aproximadas y pueden ajustarse según el gusto personal.

  • 1 litro de leche de almendras sin azúcar añadida: Asegúrate de que sea sin azúcar para controlar mejor el dulzor final del postre.
  • 150-200 gramos de azúcar: La cantidad dependerá de qué tan dulce te guste. Puedes usar azúcar blanca, morena o incluso un endulzante alternativo como eritritol o stevia para una versión aún más saludable.
  • 150 gramos de maicena (almidón de maíz): Esencial para darle la consistencia cremosa a la leche frita.
  • La piel de 1 limón (solo la parte amarilla): Aporta un aroma cítrico fresco y delicioso. Asegúrate de no incluir la parte blanca, que es amarga.
  • 1 rama de canela: Un clásico que le da un toque cálido y especiado.
  • Opcional: Unas gotas de extracto de vainilla, ralladura de naranja, anís estrellado.
  • Para rebozar: Harina (sin gluten, si es necesario), huevo batido (o un sustituto vegano como aquafaba), azúcar glas y canela en polvo para espolvorear.
  • Aceite para freír: Aceite de oliva virgen extra o aceite de girasol.

Elaboración Paso a Paso

La preparación de la leche frita de almendras requiere un poco de paciencia, pero el resultado final vale la pena. Sigue estos pasos para obtener un postre perfecto:

  1. Infusionar la leche: En un cazo grande, vierte la leche de almendras (reservando un vaso). Añade la piel de limón, la rama de canela y el azúcar. Calienta a fuego medio, removiendo ocasionalmente para que el azúcar se disuelva completamente. Cuando empiece a hervir, retira del fuego, tapa y deja infusionar durante al menos 30 minutos (o incluso una hora) para que los sabores se mezclen bien. Cuanto más tiempo repose, más intenso será el sabor.
  2. Disolver la maicena: Mientras la leche se infusiona, disuelve la maicena en el vaso de leche de almendras que reservaste. Remueve bien hasta que no queden grumos. Este paso es crucial para asegurar que la leche frita tenga una textura suave y cremosa.
  3. Colar la leche infusionada: Retira la piel de limón y la rama de canela de la leche infusionada. Esto evitará que queden trozos en la leche frita.
  4. Cocinar la crema: Vuelve a poner la leche colada en el cazo a fuego medio. Añade la mezcla de maicena y leche de almendras, removiendo constantemente con una varilla para evitar que se pegue al fondo. Continúa cocinando a fuego lento sin dejar de remover. Verás que la mezcla empieza a espesar rápidamente. Sigue removiendo hasta que la crema tenga una consistencia similar a una bechamel espesa y se despegue fácilmente de las paredes del cazo. Esto puede tardar entre 5 y 10 minutos. Es importante tener paciencia y no dejar de remover para evitar que se formen grumos.
  5. Enfriar la crema: Vierte la crema en un recipiente rectangular o cuadrado previamente engrasado (puedes usar aceite de coco o mantequilla sin lactosa). Extiende la crema de manera uniforme, procurando que tenga un grosor de aproximadamente 2-3 centímetros. Cubre el recipiente con papel film, asegurándote de que el papel toque la superficie de la crema para evitar que se forme una costra. Deja enfriar completamente a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 4 horas (o preferiblemente toda la noche) para que la crema se solidifique por completo. Este paso es fundamental para poder cortar la leche frita en porciones sin que se deshaga.
  6. Cortar y rebozar: Una vez que la crema esté bien fría y sólida, desmolda con cuidado y córtala en porciones rectangulares o cuadradas del tamaño deseado. Prepara tres platos: uno con harina (sin gluten si es necesario), otro con huevo batido (o aquafaba) y otro con pan rallado (opcional, para un rebozado más crujiente). Pasa cada porción primero por la harina, luego por el huevo batido y finalmente por el pan rallado (si lo usas). Asegúrate de que queden bien cubiertas por todos lados.
  7. Freír: Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente (pero no humeante), fríe las porciones de leche frita en tandas, asegurándote de no sobrecargar la sartén. Fríe durante unos minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. Retira con una espumadera y coloca sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  8. Espolvorear y servir: Espolvorea las porciones de leche frita con azúcar glas y canela en polvo. Sirve caliente o a temperatura ambiente.

Consejos y Trucos para una Leche Frita Perfecta

  • Calidad de la leche de almendras: Opta por una leche de almendras de buena calidad, preferiblemente sin azúcar añadida y con un alto porcentaje de almendras. Esto influirá significativamente en el sabor final del postre.
  • Infusionar a fuego lento: No apresures el proceso de infusión. Dejar que los sabores se mezclen lentamente a fuego bajo dará como resultado una leche frita con un aroma y sabor más intensos.
  • Remover constantemente: Es crucial remover la crema constantemente durante la cocción para evitar que se pegue al fondo y se formen grumos. Usa una varilla para asegurarte de llegar a todos los rincones del cazo.
  • Enfriamiento adecuado: Asegúrate de que la crema se enfríe completamente antes de cortarla. Si no está lo suficientemente sólida, se deshará al cortarla.
  • Aceite a la temperatura correcta: El aceite debe estar caliente pero no humeante. Si está demasiado caliente, la leche frita se quemará por fuera y quedará fría por dentro. Si está demasiado frío, absorberá demasiado aceite y quedará grasienta.
  • No sobrecargar la sartén: Fríe las porciones de leche frita en tandas, asegurándote de no sobrecargar la sartén. Esto permitirá que se frían de manera uniforme y queden crujientes.
  • Variaciones: Puedes añadir otros aromas a la leche infusionada, como ralladura de naranja, unas gotas de extracto de vainilla o incluso un poco de anís estrellado. También puedes experimentar con diferentes tipos de rebozado, como pan rallado, almendras molidas o coco rallado.

Adaptaciones para Diferentes Dietas

Esta receta es naturalmente sin lactosa, pero también se puede adaptar para otras dietas:

  • Sin Gluten: Utiliza harina sin gluten para rebozar. La harina de arroz, la harina de maíz o una mezcla de harinas sin gluten funcionan muy bien.
  • Vegana: Sustituye el huevo batido por aquafaba (el líquido de cocción de los garbanzos) o un preparado vegano para rebozar. Asegúrate de usar azúcar glas vegano, ya que algunos contienen gelatina.
  • Baja en Azúcar: Utiliza un endulzante alternativo como eritritol, stevia o monk fruit. Ajusta la cantidad según tu gusto.

Otras Recetas Relacionadas

Si te gusta la leche frita, te animamos a probar otras recetas relacionadas que también son deliciosas y fáciles de preparar:

  • Toffee de Miel Sin Lactosa: Una deliciosa alternativa al toffee tradicional, elaborada con miel, azúcar, mantequilla sin sal y nata para cocinar sin lactosa.
  • Tejas de Almendras: Unas galletas crujientes y deliciosas hechas con almendras fileteadas, azúcar, huevos, limón y canela.
  • Yogur de Frutilla Sin Lactosa: Un postre clásico y saludable hecho con pocos ingredientes y muy fácil de preparar.

Conclusión

La leche frita de almendras es una deliciosa alternativa al postre tradicional, perfecta para personas con intolerancia a la lactosa o que simplemente buscan una opción más saludable. Con esta receta, podrás disfrutar de todo el sabor y la textura de la leche frita original, pero con el toque especial y nutritivo de las almendras. ¡Anímate a prepararla y sorprende a tus amigos y familiares con este postre renovado!

tag: #Leche #Frita

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