Cómo Hacer Auténticos Pasteles de Belém en Casa: Receta Tradicional

Los Pasteles de Belém, también conocidos como Pasteles de Nata, son un emblema de la gastronomía portuguesa, un bocado de historia y tradición que deleita a paladares de todo el mundo. Aunque la receta original se guarda celosamente en la Antiga Confeitaria de Belém en Lisboa, aventurarnos a prepararlos en casa es un acto de cariño y un desafío culinario gratificante. Esta guía te proporcionará un recorrido detallado, desde los fundamentos hasta los secretos para recrear esta delicia en tu propia cocina.

Orígenes e Historia de un Icono

La historia de los Pasteles de Belém se remonta al siglo XIX, específicamente a la época posterior a la Revolución Liberal portuguesa. En aquel entonces, muchos monasterios y conventos cerraron, dejando a los monjes y monjas buscando formas de subsistencia. Fue en el Mosteiro dos Jerónimos, cercano a Belém, donde se creó la receta original. Para generar ingresos, los monjes comenzaron a vender estos pasteles en una confitería cercana. Con el tiempo, la confitería se independizó y se convirtió en la famosa Antiga Confeitaria de Belém, que hasta el día de hoy guarda celosamente la receta original, transmitida de generación en generación a sus maestros pasteleros. La leyenda cuenta que solo tres personas conocen la receta completa en cada momento.

Desmitificando la Receta: Un Enfoque Detallado

Si bien la receta original permanece en secreto, existen numerosas adaptaciones caseras que buscan replicar el sabor y la textura característicos de los Pasteles de Belém. A continuación, exploraremos una receta paso a paso, desglosando cada componente y ofreciendo consejos para lograr un resultado excepcional.

Ingredientes Esenciales

La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de cualquier receta, y los Pasteles de Belém no son la excepción. Aquí te presentamos una lista detallada de los ingredientes necesarios:

  • Masa de Hojaldre: 500 gramos (preferiblemente, comprada en bloque para mayor control sobre el grosor y la calidad). Si optas por láminas de hojaldre pre-hechas, asegúrate de que sean de buena calidad y con un alto contenido de mantequilla para lograr un hojaldrado óptimo.
  • Leche Entera: 500 ml (la leche entera aporta la cremosidad necesaria para la crema).
  • Azúcar: 250 gramos (el azúcar blanca granulada es la más común, pero puedes experimentar con azúcar de caña para un sabor ligeramente diferente).
  • Harina de Trigo: 50 gramos (la harina común funciona bien, pero puedes usar harina de repostería para una textura más suave).
  • Yemas de Huevo: 6 unidades (las yemas son las responsables del color dorado y la riqueza de la crema).
  • Canela en Rama: 1 unidad (la canela en rama infunde un aroma sutil y característico a la crema).
  • Piel de Limón: La piel de ½ limón (solo la parte amarilla, evitando la parte blanca que puede amargar).
  • Agua: 50 ml (necesaria para disolver el azúcar y crear el almíbar).
  • Canela en Polvo y Azúcar Glas: Para espolvorear al servir.

Preparación Paso a Paso: Desde la Masa hasta el Horneado

La elaboración de los Pasteles de Belém requiere paciencia y atención al detalle. Sigue estos pasos cuidadosamente para obtener un resultado profesional:

1. Preparación de la Crema

  1. Infusión de Leche: En un cazo, calienta la leche entera a fuego medio junto con la piel de limón y la canela en rama. Lleva a ebullición y luego retira del fuego. Deja infusionar durante al menos 30 minutos para que la leche absorba los aromas.
  2. Elaboración del Almíbar: En otro cazo, combina el azúcar y el agua. Calienta a fuego medio, removiendo ocasionalmente hasta que el azúcar se disuelva por completo. Lleva a ebullición y cocina durante unos 5 minutos, o hasta obtener un almíbar ligero. Retira del fuego y deja enfriar ligeramente.
  3. Preparación de la Mezcla de Harina: En un bol, disuelve la harina de trigo en un poco de leche fría (tomada de los 500 ml). Asegúrate de que no queden grumos.
  4. Combinación de Ingredientes: Retira la piel de limón y la canela en rama de la leche infusionada. Vierte la leche caliente sobre la mezcla de harina, removiendo constantemente para evitar la formación de grumos. Lleva la mezcla nuevamente al cazo y cocina a fuego medio-bajo, removiendo continuamente, hasta que espese y tenga la consistencia de una crema pastelera ligera.
  5. Incorporación de las Yemas: Retira la crema del fuego y deja que se enfríe ligeramente. Bate las yemas de huevo en un bol aparte y luego incorpóralas gradualmente a la crema, removiendo vigorosamente para evitar que se cocinen.
  6. Añadir el Almíbar: Incorpora el almíbar a la crema y mezcla bien. Pasa la crema por un colador fino para eliminar cualquier grumo y obtener una textura suave y sedosa. Reserva.

2. Preparación de la Masa de Hojaldre

  1. Estirado de la Masa: Si utilizas masa de hojaldre en bloque, estírala sobre una superficie ligeramente enharinada hasta obtener un grosor de unos 3-4 mm. Si utilizas láminas de hojaldre pre-hechas, únelas ligeramente con un rodillo para obtener una lámina más gruesa y resistente.
  2. Enrollado de la Masa: Enrolla la masa de hojaldre sobre sí misma, formando un cilindro apretado. Envuelve el cilindro en papel film y refrigera durante al menos 30 minutos para que la masa se endurezca y sea más fácil de cortar.
  3. Corte de la Masa: Retira la masa del refrigerador y córtala en rodajas de aproximadamente 2 cm de grosor.
  4. Formado de las Bases: Coloca cada rodaja de masa en un molde para pastelitos (preferiblemente de metal) y, con los dedos humedecidos en agua, presiona y extiende la masa desde el centro hacia los bordes, cubriendo completamente el interior del molde. Asegúrate de que la masa quede fina y uniforme.

3. Rellenado y Horneado

  1. Rellenado de los Moldes: Vierte la crema en los moldes, llenándolos hasta aproximadamente ¾ de su capacidad.
  2. Horneado: Precalienta el horno a 250°C (o la temperatura más alta que permita tu horno). Coloca los pastelitos en la bandeja central del horno y hornea durante 12-15 minutos, o hasta que la masa esté dorada y la crema tenga manchas oscuras en la superficie (este es un signo de que la crema se ha caramelizado correctamente). Vigila de cerca los pastelitos durante el horneado, ya que el tiempo puede variar según el horno.
  3. Enfriamiento y Servido: Retira los pastelitos del horno y déjalos enfriar ligeramente antes de desmoldarlos. Sirve los Pasteles de Belém calientes o tibios, espolvoreados con canela en polvo y azúcar glas.

Variaciones y Adaptaciones Creativas

Si bien la receta tradicional es deliciosa por sí sola, no dudes en experimentar y adaptarla a tus gustos personales. Aquí te presentamos algunas ideas para inspirarte:

  • Pasteles de Belém con Chocolate: Añade cacao en polvo a la crema para un toque de chocolate.
  • Pasteles de Belém con Frutas: Incorpora trozos pequeños de frutas frescas (como fresas o frambuesas) a la crema antes de hornear.
  • Pasteles de Belém con Especias: Experimenta con diferentes especias, como nuez moscada o cardamomo, para darle un toque exótico a la crema.
  • Pasteles de Belém Veganos: Utiliza leche vegetal (como leche de almendras o de soja) y un sustituto de huevo vegano para la crema.

Secretos para un Resultado Perfecto

Más allá de seguir la receta al pie de la letra, existen algunos trucos y consejos que pueden marcar la diferencia entre un Pastel de Belém mediocre y uno excepcional:

  • La Temperatura del Horno: Un horno muy caliente es crucial para lograr el hojaldrado perfecto de la masa y la caramelización de la crema. Si tu horno no alcanza los 250°C, utiliza la temperatura más alta posible.
  • La Calidad de la Masa de Hojaldre: Opta por una masa de hojaldre de buena calidad, preferiblemente con un alto contenido de mantequilla. Esto garantizará un hojaldrado óptimo y un sabor delicioso.
  • El Reposo de la Masa: Refrigerar la masa de hojaldre antes de cortarla y formarla ayuda a que se endurezca y sea más fácil de trabajar.
  • La Humedad en los Dedos: Humedecer los dedos en agua al presionar y extender la masa en los moldes evita que se pegue y facilita el proceso.
  • La Caramelización de la Crema: Las manchas oscuras en la superficie de la crema son un signo de que se ha caramelizado correctamente y le dan un sabor delicioso. No te preocupes si la crema se quema un poco, ¡es parte del encanto!
  • El Servido Inmediato: Los Pasteles de Belém están más ricos cuando se sirven calientes o tibios, recién salidos del horno.

Más allá de la Receta: Reflexiones sobre la Autenticidad y la Creatividad

Si bien la receta original de los Pasteles de Belém es un tesoro culinario, es importante recordar que la cocina es un arte en constante evolución. No tengas miedo de experimentar, adaptar y crear tu propia versión de este clásico portugués. Lo importante es disfrutar del proceso y compartir el resultado con tus seres queridos. La autenticidad reside en el cariño y la dedicación que pones en cada bocado.

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