La figura icónica de Santa Claus, ese personaje bonachón, vestido de rojo y con una barba blanca, que asociamos inevitablemente con la Navidad, tiene una historia rica y compleja. Aunque Coca-Cola no inventó a Santa Claus, su impacto en la popularización y estandarización de su imagen moderna es innegable. Para comprender la magnitud de esta influencia, es crucial desentrañar los orígenes del personaje y cómo la compañía de refrescos contribuyó a consolidar la representación que conocemos hoy en día.
La historia de Santa Claus se remonta al siglo III, con la figura de San Nicolás de Bari, un obispo cristiano de Myra, en la actual Turquía. San Nicolás era conocido por su generosidad y su dedicación a los niños y los necesitados. Su leyenda creció con el tiempo, y se le atribuyeron numerosos milagros y actos de bondad. Tras su muerte, fue canonizado y se convirtió en un santo muy venerado en Europa.
Con el paso de los siglos, la figura de San Nicolás evolucionó y se fusionó con otras tradiciones y leyendas. En los Países Bajos, San Nicolás era conocido como Sinterklaas, y se celebraba su fiesta el 6 de diciembre. Sinterklaas llegaba en barco desde España, acompañado de su ayudante, Piet, y recompensaba a los niños buenos con regalos y dulces. Esta tradición holandesa fue llevada a América del Norte por los colonos holandeses, quienes fundaron la ciudad de Nueva Ámsterdam, que más tarde se convertiría en Nueva York.
En Estados Unidos, Sinterklaas se transformó en Santa Claus. El nombre es una derivación fonética del nombre holandés. Escritores y artistas estadounidenses contribuyeron a moldear la imagen de Santa Claus que conocemos hoy en día. Uno de los primeros en hacerlo fue el escritor Washington Irving, quien en su obra satírica "Historia de Nueva York" (1809) popularizó el nombre de Santa Claus y lo describió como un anciano alegre que viajaba por el cielo en un trineo tirado por renos, repartiendo regalos a los niños.
Otro personaje clave en la creación de la imagen moderna de Santa Claus fue el caricaturista Thomas Nast. A partir de 1863, Nast creó una serie de ilustraciones de Santa Claus para la revistaHarper's Weekly. En estas ilustraciones, Nast representó a Santa Claus como un hombre gordo, alegre, con una barba blanca y un traje rojo adornado con piel blanca. Nast también estableció la ubicación del taller de Santa Claus en el Polo Norte.
Aunque la imagen de Santa Claus ya estaba en desarrollo antes de la intervención de Coca-Cola, fue la compañía de refrescos la que jugó un papel fundamental en la estandarización y popularización de la figura moderna. En 1931, Coca-Cola contrató al ilustrador Haddon Sundblom para crear una serie de anuncios navideños protagonizados por Santa Claus. La intención era asociar la marca Coca-Cola con los valores de la Navidad: alegría, generosidad y unión familiar.
Sundblom se inspiró en el poema "A Visit from St. Nicholas" (también conocido como "Twas the Night Before Christmas"), escrito por Clement Clarke Moore en 1823, para crear su representación de Santa Claus. En el poema, Santa Claus es descrito como un hombre corpulento, con mejillas sonrosadas y una barriga redonda que tiembla como un cuenco lleno de gelatina. Sundblom también se inspiró en su amigo, el vendedor jubilado Lou Prentiss, para crear el rostro amable y bonachón de Santa Claus.
Los anuncios de Coca-Cola de Sundblom fueron un éxito rotundo. La imagen de Santa Claus creada por Sundblom se convirtió en la representación estándar del personaje en todo el mundo. Antes de los anuncios de Coca-Cola, Santa Claus era representado de diversas maneras: a veces como un hombre alto y delgado, vestido de verde o marrón. Sundblom unificó la imagen de Santa Claus, haciéndolo un personaje reconocible y querido por todos.
La campaña publicitaria de Coca-Cola con Santa Claus se extendió por más de tres décadas, desde 1931 hasta 1964. Durante este tiempo, Sundblom creó numerosas ilustraciones de Santa Claus disfrutando de una Coca-Cola en diversas situaciones navideñas. Estos anuncios aparecieron en revistas, periódicos, vallas publicitarias y otros medios de comunicación. La campaña fue tan exitosa que la imagen de Santa Claus de Sundblom se convirtió en sinónimo de la Navidad.
Es importante destacar que, si bien Sundblom solidificó la imagen moderna, Coca-Cola ya había utilizado la figura de Santa Claus en su publicidad antes de 1931. En la década de 1920, Coca-Cola utilizó ilustraciones de Santa Claus basadas en el trabajo de Thomas Nast. Sin embargo, estas primeras representaciones no tuvieron el mismo impacto que las de Sundblom. El Santa Claus de Nast era más serio y menos alegre que el Santa Claus de Sundblom. Además, los anuncios de Coca-Cola de la década de 1920 no estaban tan centrados en la figura de Santa Claus como los anuncios posteriores de Sundblom.
Una ilustración de 1862, anterior a la obra de Sundblom, ya mostraba un Santa Claus que se acercaba a la interpretación moderna, lo que demuestra que la evolución de la imagen era un proceso gradual. La campaña de Sundblom no surgió en un vacío, sino que se basó en las representaciones previas y las refinó para crear una imagen más atractiva y memorable.
La campaña publicitaria de Coca-Cola con Santa Claus tuvo un impacto duradero en la cultura popular. La imagen de Santa Claus creada por Sundblom se ha convertido en un icono de la Navidad y es reconocida en todo el mundo. La campaña también contribuyó a asociar la marca Coca-Cola con los valores de la Navidad, como la alegría, la generosidad y la unión familiar.
Hoy en día, la imagen de Santa Claus de Sundblom sigue siendo utilizada por Coca-Cola en sus anuncios navideños. La compañía también ha lanzado ediciones especiales de sus botellas y latas con la imagen de Santa Claus. La campaña publicitaria de Coca-Cola con Santa Claus es un ejemplo clásico de cómo una empresa puede utilizar la publicidad para crear una imagen de marca positiva y duradera.
En resumen, aunque Coca-Cola no inventó a Santa Claus, sí jugó un papel fundamental en la estandarización y popularización de su imagen moderna. La campaña publicitaria de Coca-Cola con Santa Claus, creada por Haddon Sundblom, fue un éxito rotundo y contribuyó a convertir a Santa Claus en un icono de la Navidad reconocido en todo el mundo. La campaña demostró el poder de la publicidad para moldear la cultura popular y asociar una marca con valores positivos.