Lasaña de Pollo Casera: Una Receta Sencilla para Sorprender

La lasaña de pollo es una variante deliciosa y reconfortante del clásico plato italiano. Esta receta, pensada para ser sencilla y rápida, es perfecta para una comida familiar entre semana o para sorprender a tus invitados con un plato casero y sabroso. A diferencia de la lasaña tradicional de carne, esta versión utiliza pollo desmenuzado o picado, lo que la hace más ligera y, a menudo, más atractiva para los niños. Además, la versatilidad del pollo permite una amplia gama de variaciones en los ingredientes y salsas, adaptándose a los gustos personales y a los ingredientes disponibles.

Ingredientes

La clave de una buena lasaña de pollo reside en la calidad de sus ingredientes. Aquí te presento una lista detallada para una lasaña que rinde aproximadamente para 6-8 porciones:

  • Para el relleno de pollo:
    • 1 kg de pechuga de pollo deshuesada y sin piel, picada o desmenuzada
    • 1 cebolla grande, finamente picada
    • 2-3 dientes de ajo, picados
    • 1 pimiento rojo, picado (opcional, para añadir color y sabor)
    • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
    • 1 lata grande (800g) de tomate triturado o salsa de tomate casera
    • 1 cucharadita de orégano seco
    • 1/2 cucharadita de albahaca seca
    • Sal y pimienta negra recién molida al gusto
    • Opcional: 1/2 taza de vino blanco seco (para un sabor más profundo)
  • Para la salsa bechamel:
    • 75g de mantequilla
    • 75g de harina de trigo
    • 1 litro de leche entera, a temperatura ambiente
    • Una pizca de nuez moscada
    • Sal y pimienta blanca al gusto
  • Otros ingredientes:
    • 250-300g de placas de lasaña precocidas (no necesitan cocción previa)
    • 200g de queso mozzarella rallado
    • 50g de queso parmesano rallado (opcional, para gratinar)

Preparación Paso a Paso

La preparación de la lasaña de pollo se divide en varias etapas: la elaboración del relleno de pollo, la preparación de la salsa bechamel y el montaje de la lasaña. A continuación, te detallo cada paso:

1. Preparación del Relleno de Pollo

  1. Sofríe las verduras: En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Agrega el ajo picado y el pimiento rojo (si lo usas) y cocina por un par de minutos más, hasta que estén fragantes. Es crucial no quemar el ajo, ya que amargaría el relleno.
  2. Cocina el pollo: Incorpora el pollo picado o desmenuzado a la sartén y cocina hasta que esté completamente cocido y haya perdido su color rosado. Remueve ocasionalmente para que se cocine de manera uniforme. Si utilizas pollo desmenuzado, asegúrate de que no queden trozos demasiado grandes.
  3. Añade el tomate y las especias: Vierte el tomate triturado o la salsa de tomate en la sartén. Agrega el orégano, la albahaca, la sal y la pimienta. Si deseas un sabor más intenso, añade el vino blanco y deja que se evapore el alcohol durante unos minutos. Reduce el fuego a bajo y cocina a fuego lento durante al menos 15-20 minutos, removiendo ocasionalmente, para que los sabores se mezclen y la salsa se espese ligeramente. Cuanto más tiempo cocines la salsa a fuego lento, más sabrosa será.
  4. Prueba y ajusta el sazón: Prueba el relleno de pollo y ajusta la sal, la pimienta y las hierbas según sea necesario. Recuerda que el sabor se intensificará durante el horneado, así que no te excedas con la sal.

2. Preparación de la Salsa Bechamel

  1. Derrite la mantequilla: En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego medio. Asegúrate de que la mantequilla no se queme, ya que esto afectaría el sabor de la bechamel.
  2. Añade la harina: Retira la cacerola del fuego y añade la harina de golpe. Remueve vigorosamente con un batidor de varillas hasta que la harina se incorpore completamente a la mantequilla y no queden grumos. Este paso es crucial para evitar que la bechamel tenga grumos. La mezcla debe tener una consistencia arenosa.
  3. Añade la leche gradualmente: Vuelve a colocar la cacerola a fuego medio-bajo. Comienza a añadir la leche caliente poco a poco, removiendo constantemente con el batidor de varillas. Añade la leche en un hilo fino, sin dejar de batir, para evitar que se formen grumos. A medida que la leche se incorpore, la mezcla comenzará a espesarse.
  4. Cocina hasta que espese: Continúa cocinando y removiendo constantemente hasta que la salsa bechamel espese y cubra la parte posterior de una cuchara. Esto puede tomar unos 5-10 minutos. La consistencia debe ser similar a la de una crema espesa.
  5. Sazona y aromatiza: Retira la cacerola del fuego y sazona la salsa bechamel con sal, pimienta blanca y una pizca de nuez moscada. La nuez moscada realza el sabor de la bechamel. Prueba y ajusta el sazón según sea necesario.

3. Montaje de la Lasaña

  1. Precalienta el horno: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Es importante que el horno esté bien caliente antes de introducir la lasaña.
  2. Prepara la fuente: Engrasa ligeramente el fondo de una fuente para horno rectangular con un poco de aceite de oliva o mantequilla. Esto evitará que la lasaña se pegue.
  3. Capa inicial: Extiende una fina capa de salsa bechamel en el fondo de la fuente. Esta capa ayuda a mantener la lasaña húmeda y evita que se seque.
  4. Primera capa de pasta: Cubre la capa de bechamel con una capa de placas de lasaña, asegurándote de que cubran toda la superficie. Si las placas son demasiado grandes, puedes romperlas para ajustarlas al tamaño de la fuente.
  5. Capa de relleno de pollo: Extiende una capa uniforme de relleno de pollo sobre la pasta. Distribuye el relleno de manera uniforme para que cada porción de lasaña tenga la misma cantidad de pollo.
  6. Capa de queso mozzarella: Espolvorea una capa de queso mozzarella rallado sobre el relleno de pollo. El queso mozzarella le dará a la lasaña un sabor cremoso y ayudará a que se gratine en el horno.
  7. Repite las capas: Repite las capas de pasta, relleno de pollo, bechamel y queso mozzarella hasta que se te acaben los ingredientes. Normalmente, se suelen hacer entre 3 y 4 capas.
  8. Capa final: Termina con una capa de pasta, una generosa capa de salsa bechamel y una capa final de queso mozzarella rallado. Si lo deseas, puedes espolvorear un poco de queso parmesano rallado por encima para darle un toque extra de sabor y un gratinado más dorado.

4. Horneado de la Lasaña

  1. Hornea la lasaña: Cubre la fuente para horno con papel de aluminio. Esto evitará que la lasaña se queme por encima. Hornea la lasaña en el horno precalentado durante 25-30 minutos.
  2. Retira el papel de aluminio: Retira el papel de aluminio y hornea la lasaña durante 10-15 minutos más, o hasta que esté dorada y burbujeante. Vigila la lasaña de cerca para que no se queme. Si ves que se está dorando demasiado rápido, puedes volver a cubrirla con papel de aluminio.
  3. Deja reposar: Retira la lasaña del horno y déjala reposar durante unos 10-15 minutos antes de cortarla y servirla. Esto permitirá que los ingredientes se asienten y que la lasaña sea más fácil de cortar.

Consejos y Variaciones

  • Utiliza pollo asado: Si tienes pollo asado sobrante, puedes desmenuzarlo y utilizarlo en lugar de pollo picado. Esto te ahorrará tiempo y le dará a la lasaña un sabor aún más delicioso.
  • Añade verduras: Puedes añadir otras verduras al relleno de pollo, como champiñones, espinacas o calabacín. Esto le dará a la lasaña un sabor más complejo y la hará más nutritiva. Asegúrate de cocinar las verduras antes de añadirlas al relleno.
  • Utiliza diferentes quesos: Puedes utilizar diferentes quesos en la lasaña, como queso ricotta, queso provolone o queso cheddar. Experimenta con diferentes combinaciones para encontrar la que más te guste.
  • Prepara la lasaña con antelación: Puedes preparar la lasaña con antelación y guardarla en el refrigerador hasta que estés listo para hornearla. Asegúrate de cubrirla bien con papel de aluminio para que no se seque. Cuando estés listo para hornearla, añade unos 15-20 minutos al tiempo de cocción.
  • Congela la lasaña: Puedes congelar la lasaña cocida o sin cocer. Para congelar la lasaña cocida, déjala enfriar completamente y luego envuélvela bien en papel de aluminio o film transparente. Para congelar la lasaña sin cocer, monta la lasaña en una fuente para horno apta para congelador y luego envuélvela bien en papel de aluminio o film transparente. Cuando estés listo para hornear la lasaña congelada, descongélala completamente en el refrigerador y luego hornéala según las instrucciones.

Alternativas para Dietas Especiales

La lasaña de pollo se puede adaptar para personas con diferentes necesidades dietéticas:

  • Sin gluten: Utiliza placas de lasaña sin gluten y harina sin gluten (como harina de arroz o harina de almendras) para la salsa bechamel.
  • Sin lactosa: Utiliza leche sin lactosa para la salsa bechamel y queso sin lactosa.
  • Vegetariana: Sustituye el pollo por verduras asadas como berenjena, calabacín y pimientos.
  • Vegana: Sustituye el pollo por tofu desmenuzado o proteína vegetal texturizada (TVP). Utiliza leche vegetal (como leche de almendras o leche de soja) y margarina vegana para la salsa bechamel. Utiliza queso vegano o una salsa de anacardos para la capa de queso.

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