LasCantarelus, conocidas popularmente como chantarelas, rebozuelos o setas de San Jorge, son un tesoro culinario que emerge de los bosques al inicio del otoño, aunque algunas variedades pueden encontrarse también en primavera. Su sabor delicado y afrutado, su textura firme y su aroma inconfundible las convierten en un ingrediente estrella para platos que van desde los más sencillos hasta los más sofisticados. Pero más allá de su innegable exquisitez, las Cantarelus representan un mundo de posibilidades gastronómicas que a menudo se limita a las preparaciones más convencionales. Este artículo se adentra en el universo de las recetas con Cantarelus, explorando técnicas, combinaciones y perspectivas que te permitirán aprovechar al máximo este preciado hongo.
Antes de sumergirnos en las recetas propiamente dichas, es fundamental comprender la esencia de las Cantarelus. No se trata simplemente de "setas"; cada variedad, y dentro de ellas, cada ejemplar, posee matices únicos. LaCantharellus cibarius, quizás la más conocida, despliega un abanico de aromas que evocan albaricoque, melocotón y notas ligeramente picantes. Su textura, al cocinarla, mantiene una agradable firmeza, evitando volverse gomosa como otras setas. Pero la familia Cantarelus es vasta: la eleganteCantharellus formosus, con su color naranja intenso y sabor más pronunciado; la delicadaCantharellus pallens, de tonalidades pálidas y aroma sutil; o laCraterellus tubaeformis (antesCantharellus tubaeformis), la "seta de trompeta amarilla" con su forma singular y sabor más terroso. Cada una aporta una dimensión diferente a la cocina.
Es crucial desterrar la idea preconcebida de que las Cantarelus son únicamente para platos "de otoño". Si bien su temporada principal se centra en esta época, la versatilidad de este hongo permite disfrutarlo durante todo el año. La conservación mediante deshidratación o congelación, si se realiza correctamente, preserva gran parte de su sabor y textura, abriendo la puerta a recetas invernales o incluso veraniegas que sorprenden por su frescura y originalidad.
El clásico salteado con ajo y perejil es un punto de partida excelente, pero limita el potencial de las Cantarelus. Para extraer todos sus matices, es necesario explorar un abanico más amplio de técnicas culinarias:
Confitar Cantarelus en aceite de oliva a baja temperatura (alrededor de 80-90°C) durante un tiempo prolongado (30-45 minutos) es una técnica que transforma su textura y sabor. El calor suave extrae la humedad lentamente y concentra los aromas, resultando en setas increíblemente tiernas y con un sabor profundo e intenso. Este método es ideal para preparar Cantarelus como guarnición de carnes o pescados, o como base para salsas y patés.
Receta Ejemplo: Cantarelus Confitadas con Tomillo y Ajo Negro
Asar las Cantarelus al horno aporta una textura crujiente en los bordes y un interior jugoso. La clave está en utilizar una temperatura alta (200-220°C) y un tiempo de cocción corto (15-20 minutos), para evitar que se sequen en exceso. El asado realza su sabor terroso y ligeramente ahumado, haciéndolas perfectas para acompañar platos de carne, aves o incluso como ingrediente principal en una ensalada templada.
Receta Ejemplo: Cantarelus Asadas con Romero y Limón
La parrilla o la plancha son ideales para cocinar Cantarelus de tamaño mediano o grande. El calor directo carameliza los azúcares naturales del hongo, intensificando su sabor y aportando marcas de parrilla atractivas. Es importante no sobrecocinarlas para que mantengan su jugosidad y textura firme. Marinar las Cantarelus previamente con hierbas aromáticas y aceite potencia aún más su sabor.
Receta Ejemplo: Brochetas de Cantarelus a la Parrilla con Hierbas Provenzales
Las Cantarelus aportan una profundidad de sabor y una textura aterciopelada a sopas y cremas. Su sabor afrutado combina a la perfección con lácteos, creando cremas suaves y reconfortantes. Para realzar su sabor, se pueden sofreír previamente con cebolla y ajo antes de añadir el caldo y triturar. Un toque de vino blanco seco durante el sofrito también intensifica los aromas.
Receta Ejemplo: Crema de Cantarelus con Trufa Blanca (Aceite o Pasta)
La textura firme y el sabor delicado de las Cantarelus las convierten en un ingrediente ideal para risottos y pastas. Se pueden incorporar al final de la cocción para que mantengan su textura y sabor, o saltear previamente para añadir un toque crujiente. Combinan especialmente bien con quesos cremosos, hierbas aromáticas como el tomillo y el perejil, y frutos secos tostados como las nueces o las avellanas.
Receta Ejemplo: Risotto de Cantarelus y Parmesano con Avellanas Tostadas
Más allá de las recetas clásicas, las Cantarelus se prestan a combinaciones audaces y sorprendentes. Su sabor afrutado y ligeramente dulce armoniza con ingredientes inesperados, abriendo un nuevo horizonte de posibilidades culinarias.
La idea de combinar setas y chocolate puede sonar extraña a priori, pero la realidad es que el amargor del chocolate negro y las notas afrutadas de las Cantarelus se complementan de forma sorprendente. Esta combinación funciona especialmente bien en salsas para carnes de caza o aves, o en postres originales como tartaletas o helados.
Receta Ejemplo: Salsa de Cantarelus y Chocolate Negro para Solomillo de Ciervo
El punto ácido de los cítricos como el limón, la naranja o el pomelo realza el sabor de las Cantarelus y aporta frescura a los platos. Esta combinación es ideal para ensaladas templadas, vinagretas o marinados para pescado. La ralladura y el zumo de cítricos se pueden añadir tanto durante la cocción como al finalizar el plato.
Receta Ejemplo: Ensalada Templada de Cantarelus, Espinacas Frescas y Vinagreta de Naranja
Especias como el curry, el jengibre, el cilantro o la cúrcuma aportan un toque exótico y cálido a las recetas con Cantarelus. Estas especias resaltan los matices terrosos y ligeramente picantes del hongo, creando platos complejos y aromáticos. Esta combinación funciona muy bien en currys de setas, sopas de inspiración asiática o salteados con verduras.
Receta Ejemplo: Curry de Cantarelus y Leche de Coco con Jengibre y Cilantro
Para disfrutar plenamente de las Cantarelus, es fundamental prestar atención a algunos detalles que marcan la diferencia:
La limpieza de las Cantarelus es crucial. Evita sumergirlas en agua, ya que absorben humedad y pierden sabor. Lo ideal es limpiarlas con un cepillo suave o un paño húmedo para retirar la tierra y las impurezas. Si están muy sucias, se pueden lavar rápidamente bajo un chorro de agua fría y secarlas inmediatamente con papel de cocina. Para las zonas más inaccesibles, un cuchillo pequeño o un cepillo de dientes pueden ser útiles.
Las Cantarelus no requieren cocciones prolongadas. Un exceso de cocción puede hacer que se vuelvan gomosas y pierdan sabor. El tiempo de cocción dependerá de la técnica utilizada y del tamaño de las setas, pero generalmente basta con unos pocos minutos para saltearlas, asarlas o cocinarlas a la parrilla. En sopas y cremas, se cocinan junto con el resto de ingredientes hasta que estén tiernas.
Si no se van a consumir inmediatamente, las Cantarelus frescas se pueden conservar en el frigorífico durante unos días, preferiblemente en una bolsa de papel o un recipiente perforado para que respiren. Para una conservación a largo plazo, se pueden deshidratar o congelar. La deshidratación concentra su sabor y permite utilizarlas posteriormente en sopas, guisos o salsas. Para congelarlas, es recomendable saltearlas previamente ligeramente y escurrirlas bien antes de congelarlas en porciones.
El sabor delicado y afrutado de las Cantarelus marida a la perfección con vinos blancos secos y aromáticos como el Chardonnay, el Viognier o el Sauvignon Blanc. También combinan bien con vinos tintos ligeros y afrutados como el Pinot Noir o el Gamay. Para maridajes sin alcohol, un zumo de manzana natural o una infusión de tomillo y limón pueden ser excelentes opciones.
Las recetas presentadas en este artículo son solo una pequeña muestra del vasto universo de posibilidades que ofrecen las Cantarelus. La clave para disfrutar plenamente de este ingrediente reside en la experimentación, la creatividad y la voluntad de explorar nuevos sabores y combinaciones. No tengas miedo de salir de la zona de confort, de adaptar las recetas a tus gustos personales y de dejarte llevar por la inspiración del momento. Las Cantarelus son un lienzo en blanco que espera ser llenado de color y sabor. Atrévete a pintar tu propia obra maestra culinaria con este tesoro de la naturaleza.
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