Guía completa para cocer morcilla a la perfección: tiempos, trucos y consejos

La morcilla, ese embutido oscuro y sabroso, es un ingrediente estrella en la gastronomía española, presente en guisos tradicionales, tapas innovadoras y platos de alta cocina. Sin embargo, lograr la cocción perfecta puede ser un desafío. Un error común es basarse en recetas simplistas que no consideran la variedad de morcillas existentes, sus ingredientes y el método de cocción elegido. Esta guía exhaustiva te proporcionará las claves para cocer morcilla a la perfección, independientemente de su tipo y del resultado que desees obtener.

Tipos de Morcilla: Un Mundo de Sabores y Texturas

Antes de sumergirnos en los tiempos de cocción, es crucial reconocer la diversidad de morcillas que existen. Cada tipo tiene una composición y, por ende, requiere un trato diferente. Ignorar esta distinción puede llevar a resultados decepcionantes, desde morcillas resecas hasta embutidos deshechos. Veamos algunos de los tipos más comunes:

  • Morcilla de Burgos: Quizás la más conocida, se caracteriza por su alto contenido en arroz, sangre de cerdo, cebolla y especias. Su textura es cremosa y su sabor intenso.
  • Morcilla Asturiana: Elaborada con cebolla, sangre, grasa de cerdo y pimentón, destaca por su sabor ahumado y su consistencia más firme que la burgalesa. A menudo se utiliza en la fabada asturiana.
  • Morcilla de León: Similar a la asturiana, pero con un toque picante debido al pimentón picante utilizado en su elaboración.
  • Morcilla de Guadalupe: Producto fresco previamente escaldado para su venta, por lo que necesita ser cocida nuevamente.
  • Morcilla Dulce: En algunas regiones, como Canarias, se elaboran morcillas dulces con calabaza, batata, pasas y almendras. Su sabor es una combinación única de dulce y salado.
  • Morcilla de Cebolla: La cebolla es el ingrediente principal, aportando dulzor y jugosidad al embutido.
  • Morcilla Ibérica: Elaborada con cerdo ibérico, se distingue por su sabor y aroma intensos, así como por su textura suave y untuosa. Es considerada una delicatessen.

Factores que Influyen en el Tiempo de Cocción

El tiempo de cocción ideal para la morcilla no es una cifra mágica. Depende de varios factores que debemos considerar cuidadosamente:

  • Tipo de Morcilla: Como se mencionó anteriormente, la composición de cada tipo de morcilla influye en el tiempo necesario para su cocción. Las morcillas con mayor contenido de arroz o cebolla requieren menos tiempo que las que son más densas.
  • Tamaño y Grosor: Una morcilla grande y gruesa tardará más en cocerse que una pequeña y delgada.
  • Método de Cocción: Hervida, al horno, a la plancha o en olla a presión, cada método tiene sus propios tiempos y consideraciones.
  • Frescura: Si la morcilla es fresca o ha sido congelada también puede afectar el tiempo de cocción.
  • Si está o no pinchada: Se recomienda pinchar la morcilla para evitar que explote durante la cocción.

Métodos de Cocción: Paso a Paso y Recomendaciones

A continuación, exploraremos los métodos de cocción más comunes para la morcilla, detallando los pasos a seguir y los tiempos recomendados:

1. Cocción en Agua Hirviendo

Este es el método más tradicional y sencillo. Es ideal para morcillas que se van a consumir como parte de un guiso o plato principal.

  1. Preparación: Coloca las morcillas en una olla grande y cúbrelas completamente con agua fría. Asegúrate de que haya suficiente agua para que las morcillas no floten y se cocinen de manera uniforme.
  2. Aromatización (Opcional): Para realzar el sabor de la morcilla, puedes añadir al agua hierbas aromáticas como laurel, tomillo o perejil, así como unos granos de pimienta negra. Un chorrito de vino tinto también puede aportar un toque especial.
  3. Cocción: Lleva el agua a ebullición a fuego medio-alto. Una vez que hierva, reduce el fuego a medio-bajo y cocina a fuego lento durante el tiempo recomendado (ver tabla más abajo). Es importante mantener una cocción suave para evitar que las morcillas se rompan.
  4. Comprobación: Para verificar si la morcilla está cocida, puedes pincharla con un tenedor o palillo. Si sale líquido claro, está lista. Si sale líquido oscuro o sanguinolento, necesita más tiempo de cocción.
  5. Enfriamiento: Una vez cocida, retira la morcilla del agua y déjala enfriar ligeramente antes de servir. Esto ayudará a que se asiente y evitará que se deshaga al cortarla.

2. Cocción en Olla a Presión

La olla a presión es una opción rápida y eficiente para cocer morcilla. Sin embargo, requiere un poco más de cuidado para evitar que se sobrecocine.

  1. Preparación: Coloca las morcillas en la olla a presión y cúbrelas con agua fría. Asegúrate de que el agua no sobrepase la marca máxima de la olla.
  2. Aromatización (Opcional): Al igual que en la cocción en agua hirviendo, puedes añadir hierbas aromáticas y especias al agua para realzar el sabor.
  3. Cocción: Cierra la olla a presión siguiendo las instrucciones del fabricante. Cocina a fuego alto hasta que la olla alcance la presión adecuada. Luego, reduce el fuego a bajo y cocina durante el tiempo recomendado (ver tabla más abajo).
  4. Liberación de Presión: Una vez transcurrido el tiempo de cocción, retira la olla del fuego y deja que la presión se libere de forma natural. Nunca intentes abrir la olla a presión mientras todavía tiene presión.
  5. Comprobación y Enfriamiento: Una vez que la presión se haya liberado por completo, abre la olla y comprueba la cocción de la morcilla. Déjala enfriar ligeramente antes de servir.

3. Cocción al Horno

Hornear la morcilla le da un sabor más intenso y una textura ligeramente crujiente en el exterior. Es ideal para servir como aperitivo o acompañamiento.

  1. Preparación: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca las morcillas en una bandeja para hornear. Puedes rociarlas con un poco de aceite de oliva para evitar que se sequen.
  2. Cocción: Hornea durante el tiempo recomendado (ver tabla más abajo), dándoles la vuelta a mitad de cocción para que se doren de manera uniforme.
  3. Comprobación: La morcilla estará lista cuando esté dorada por fuera y caliente por dentro. Puedes pincharla con un tenedor para verificar su cocción.
  4. Servir: Sirve la morcilla caliente, acompañada de pan, patatas o otros acompañamientos.

4. Cocción a la Plancha o a la Parrilla

Este método es ideal para morcillas frescas o precocidas. Les da un sabor ahumado y una textura crujiente.

  1. Preparación: Precalienta la plancha o la parrilla a fuego medio-alto. Pincela las morcillas con un poco de aceite de oliva.
  2. Cocción: Cocina las morcillas durante el tiempo recomendado (ver tabla más abajo), dándoles la vuelta con frecuencia para que se doren de manera uniforme y no se quemen.
  3. Comprobación: La morcilla estará lista cuando esté dorada por fuera y caliente por dentro.
  4. Servir: Sirve la morcilla caliente, acompañada de pan, pimientos asados o otros acompañamientos.

Tabla de Tiempos de Cocción Recomendados

Esta tabla proporciona una guía general de los tiempos de cocción recomendados para diferentes tipos de morcilla y métodos de cocción. Recuerda que estos tiempos son aproximados y pueden variar según el tamaño y el grosor de la morcilla.

Tipo de MorcillaCocción en Agua HirviendoCocción en Olla a PresiónCocción al Horno (180°C)Cocción a la Plancha/Parrilla
Morcilla de Burgos20-25 minutos8-10 minutos25-30 minutos8-10 minutos
Morcilla Asturiana30-40 minutos12-15 minutos35-40 minutos10-12 minutos
Morcilla de León30-40 minutos12-15 minutos35-40 minutos10-12 minutos
Morcilla de Guadalupe30-40 minutos12-15 minutos35-40 minutos10-12 minutos
Morcilla Dulce15-20 minutos6-8 minutos20-25 minutos6-8 minutos
Morcilla de Cebolla20-25 minutos8-10 minutos25-30 minutos8-10 minutos
Morcilla Ibérica25-30 minutos10-12 minutos30-35 minutos10-12 minutos

Consejos Adicionales para una Cocción Perfecta

  • Pinchar la Morcilla: Para evitar que la morcilla explote durante la cocción, es recomendable pincharla con un tenedor o palillo antes de cocinarla.
  • No Sobre Cocinar: La sobrecocción puede hacer que la morcilla se reseque y pierda su sabor. Es mejor quedarse corto que pasarse.
  • Dejar Reposar: Después de la cocción, deja reposar la morcilla durante unos minutos antes de servirla. Esto permitirá que los sabores se asienten y evitará que se deshaga al cortarla.
  • Experimentar con Sabores: No tengas miedo de experimentar con diferentes hierbas, especias y líquidos para realzar el sabor de la morcilla.
  • Considerar el Origen: Ten en cuenta que las morcillas artesanales, elaboradas con ingredientes frescos y de alta calidad, pueden requerir tiempos de cocción ligeramente diferentes a las morcillas industriales.

Morcilla en la Cocina: Ideas y Sugerencias

La morcilla es un ingrediente versátil que se puede utilizar en una amplia variedad de platos. Aquí hay algunas ideas para inspirarte:

  • Tapas: Sirve la morcilla a la plancha o a la parrilla con pan tostado y pimientos asados.
  • Guisos: Añade morcilla a guisos de legumbres como la fabada asturiana o el cocido madrileño.
  • Rellenos: Utiliza la morcilla como relleno para pimientos, berenjenas o calabacines.
  • Revueltos: Incorpora la morcilla a revueltos de huevos con patatas y cebolla.
  • Crema de Morcilla: Elabora una crema de morcilla para untar en tostadas o como salsa para carnes.
  • Croquetas: Prepara unas deliciosas croquetas de morcilla.

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