Codillo Guisado: Un Clásico de la Cocina Española que Debes Probar

El codillo guisado es mucho más que una simple receta; es un plato que evoca recuerdos, tradiciones familiares y la calidez del hogar. Es un plato humilde en sus orígenes, pero rico en sabor y significado, capaz de unir a generaciones alrededor de la mesa. Esta guía exhaustiva explora cada faceta del codillo guisado, desde la selección de la carne hasta los secretos para lograr una salsa irresistible, adaptándose tanto a paladares novatos como a los más experimentados.

¿Qué es el Codillo y por Qué Guisarlo?

El codillo, también conocido como jarrete, es la parte de la pata del cerdo que une el pernil con la mano (en el caso de la pata delantera) o el muslo con el pie (en la pata trasera). Es una pieza rica en tejido conectivo, lo que la hace ideal para cocciones lentas y prolongadas como el guisado. Este proceso descompone el colágeno, transformándolo en gelatina, lo que aporta una textura melosa y un sabor profundo al plato. A diferencia de otras partes del cerdo que pueden resultar secas al cocinarlas, el codillo guisado se mantiene jugoso y tierno.

Selección del Codillo: La Base de un Plato Exitoso

La calidad del codillo es fundamental para el resultado final. Al elegir, busca piezas que tengan un color rosado intenso, con una buena cantidad de carne adherida al hueso y una capa de grasa que no sea excesivamente gruesa. La grasa es importante porque aporta sabor y jugosidad durante la cocción, pero un exceso puede resultar pesado. Si es posible, opta por codillos de cerdo ibérico o de cerdos criados en libertad, ya que su carne tendrá un sabor más intenso y una textura más fina. También es crucial considerar el tamaño; un codillo más grande requerirá un tiempo de cocción más prolongado.

Ingredientes Esenciales para un Codillo Guisado Inolvidable

Más allá del codillo, la calidad y la frescura de los ingredientes son clave. Aunque existen innumerables variaciones, algunos ingredientes son prácticamente indispensables:

  • Verduras para el sofrito: Cebolla, ajo, zanahoria, pimiento (opcional). Un buen sofrito es la base de cualquier guiso y aporta profundidad de sabor. La cebolla debe ser dulce, el ajo aromático, la zanahoria tierna y el pimiento, si se usa, debe estar maduro.
  • Tomate: Tomate natural triturado, tomate concentrado o una combinación de ambos. El tomate aporta acidez y color al guiso. Si usas tomate natural, asegúrate de que esté maduro y tenga buen sabor.
  • Vino: Vino tinto o blanco seco. El vino desglasa la olla y aporta complejidad al sabor. Un vino de buena calidad, aunque no sea excesivamente caro, marcará la diferencia.
  • Caldo: Caldo de carne, pollo o verduras. El caldo es el líquido de cocción y debe ser sabroso. Si no tienes caldo casero, puedes usar uno de buena calidad comprado en la tienda.
  • Hierbas aromáticas: Laurel, tomillo, romero, perejil. Las hierbas aromáticas realzan el sabor del codillo y aportan un toque fresco. Puedes usar hierbas frescas o secas, aunque las frescas siempre son preferibles.
  • Especias: Pimentón dulce o picante, pimienta negra, sal. Las especias aportan un toque de calidez y complejidad al sabor. El pimentón ahumado es una excelente opción para añadir un toque especial.
  • Otros ingredientes (opcionales): Patatas, champiñones, chorizo, panceta, garbanzos, alubias. Estos ingredientes adicionales pueden enriquecer el guiso y hacerlo más completo. La elección dependerá de tus preferencias personales y de la receta que sigas.

Preparación Paso a Paso: La Receta Clásica

Esta receta es una base sólida que puedes adaptar a tu gusto:

  1. Preparación del codillo: Si el codillo tiene pelos, quémalos con un soplete de cocina o con la llama de un mechero. Lava el codillo con agua fría y sécalo bien con papel de cocina. Salpimienta generosamente.
  2. Sellado del codillo: En una olla grande o cazuela de hierro fundido, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto. Sella el codillo por todos los lados hasta que esté dorado. Retira el codillo de la olla y reserva. Este paso es crucial para sellar los jugos de la carne y darle un color atractivo.
  3. Sofrito: En la misma olla, añade un poco más de aceite de oliva si es necesario. Sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente. Añade el ajo picado y sofríe durante un minuto más. Añade la zanahoria picada y el pimiento (si lo usas) y sofríe hasta que las verduras estén tiernas. Un sofrito bien hecho requiere paciencia y fuego lento.
  4. Tomate: Añade el tomate triturado o concentrado y sofríe durante unos minutos más, removiendo ocasionalmente, hasta que el tomate haya perdido su acidez.
  5. Desglasado: Vierte el vino en la olla y raspa el fondo para levantar los jugos caramelizados. Deja que el vino se reduzca a la mitad. Este paso aporta un sabor intenso y complejo al guiso.
  6. Cocción: Vuelve a colocar el codillo en la olla. Añade el caldo hasta que cubra el codillo. Añade el laurel, el tomillo, el romero y el pimentón. Lleva a ebullición, reduce el fuego a bajo, tapa la olla y cocina a fuego lento durante al menos 2-3 horas, o hasta que el codillo esté muy tierno y la carne se separe fácilmente del hueso. El tiempo de cocción dependerá del tamaño del codillo y de la potencia del fuego.
  7. Añadir ingredientes adicionales (opcional): Si vas a añadir patatas, champiñones, chorizo, panceta, garbanzos o alubias, hazlo durante la última hora de cocción, para que no se deshagan.
  8. Rectificar la sazón: Prueba el guiso y ajusta la sal y la pimienta si es necesario.
  9. Reposar: Deja reposar el guiso durante unos minutos antes de servir. Esto permite que los sabores se asienten y se mezclen.

Secretos para un Codillo Guisado Perfecto

Más allá de la receta básica, hay algunos trucos que pueden elevar tu codillo guisado a otro nivel:

  • Dorar el codillo en la olla a presión: Si utilizas olla a presión, puedes dorar el codillo directamente en la olla antes de añadir el resto de los ingredientes. Esto ahorra tiempo y energía.
  • Utilizar un hueso de jamón: Añadir un hueso de jamón al guiso aporta un sabor ahumado y salado que es delicioso.
  • Espesar la salsa: Si la salsa está demasiado líquida, puedes espesarla retirando el codillo y reduciendo la salsa a fuego alto. También puedes añadir una cucharadita de harina de maíz disuelta en agua fría.
  • Añadir un toque de vinagre: Un chorrito de vinagre de Jerez al final de la cocción aporta un toque de acidez que equilibra el sabor del guiso.
  • Dejar reposar el guiso de un día para otro: El guiso está aún más sabroso al día siguiente, ya que los sabores se han mezclado y asentado.

Variaciones Regionales y Creativas

El codillo guisado es un plato muy versátil que se adapta a diferentes gustos y regiones. Algunas variaciones populares incluyen:

  • Codillo a la Segoviana: Guisado con patatas, cebolla y laurel.
  • Codillo a la Madrileña: Guisado con garbanzos, chorizo y morcilla.
  • Codillo con repollo: Un plato contundente y tradicional, ideal para los días fríos.
  • Codillo a la cerveza: Marinado en cerveza antes de ser guisado.
  • Codillo agridulce: Con ciruelas pasas, orejones y piñones.

Maridaje: El Vino Adecuado para Realzar el Sabor

El codillo guisado, por su riqueza y contundencia, marida bien con vinos tintos de cuerpo medio a robusto. Un Rioja Crianza, un Ribera del Duero joven o un Priorat son excelentes opciones. Si el guiso tiene un toque picante, un vino tinto afrutado puede ser una buena elección. Para los que prefieren el vino blanco, un Chardonnay con crianza en barrica puede ser una alternativa interesante.

Adaptando la Receta a Diferentes Dietas

El codillo guisado tradicional puede no ser adecuado para todas las dietas, pero se puede adaptar para hacerlo más saludable o apto para personas con restricciones alimentarias:

  • Para reducir la grasa: Retira la mayor parte de la grasa del codillo antes de cocinarlo. Utiliza caldo desgrasado y evita añadir chorizo o panceta.
  • Para hacerlo sin gluten: Asegúrate de que todos los ingredientes sean sin gluten. Espesa la salsa con harina de maíz en lugar de harina de trigo.
  • Para hacerlo apto para diabéticos: Reduce la cantidad de patatas y otros carbohidratos. Utiliza edulcorantes artificiales en lugar de azúcar.

Consideraciones sobre la Seguridad Alimentaria

Es importante seguir las pautas de seguridad alimentaria para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos:

  • Lava bien tus manos antes de manipular los alimentos.
  • Utiliza utensilios limpios y desinfectados.
  • Cocina el codillo a una temperatura interna segura (al menos 75°C).
  • Refrigera las sobras inmediatamente después de enfriarlas.
  • No dejes los alimentos cocinados a temperatura ambiente durante más de dos horas.

Más Allá de la Receta: El Codillo Guisado como Experiencia

El codillo guisado es más que una simple comida; es una experiencia que se disfruta en compañía de familiares y amigos. Es un plato que se comparte, que se celebra y que se transmite de generación en generación. Al cocinarlo, no solo estás preparando una receta, sino que estás creando recuerdos y fortaleciendo lazos. Así que, ¡anímate a preparar este plato tradicional y disfruta de la magia de la cocina!

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