Las galletas de mantequilla son un clásico atemporal, apreciado por su sabor delicado y su textura crujiente. Esta receta, pensada para ser sencilla y rápida, te permitirá disfrutar de unas deliciosas galletas caseras en poco tiempo, perfectas para acompañar un café, té o simplemente para darte un capricho. Desde los ingredientes básicos hasta las variaciones creativas, exploraremos todo lo que necesitas saber para convertirte en un maestro galletero.
Ingredientes Esenciales
La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de cualquier receta, y las galletas de mantequilla no son la excepción. A continuación, se detallan los ingredientes básicos y algunas consideraciones importantes:
- Mantequilla sin sal: 200 gramos. La mantequilla debe estar a temperatura ambiente para facilitar su incorporación. La mantequilla sin sal permite controlar la cantidad de sal en la receta, lo que resulta en un sabor más equilibrado. Es crucial que la mantequilla esté suave, pero no derretida. Si está demasiado blanda, las galletas podrían extenderse demasiado durante el horneado.
- Azúcar glas (azúcar impalpable): 100 gramos. El azúcar glas se disuelve más fácilmente que el azúcar granulada, resultando en una textura más suave y fina en las galletas. Además, ayuda a que las galletas sean más tiernas. Si no tienes azúcar glas, puedes pulverizar azúcar granulada en un procesador de alimentos hasta obtener una consistencia fina.
- Harina de trigo común (todo uso): 300 gramos. La harina de trigo común es adecuada para esta receta, aunque la harina de repostería (con menos gluten) puede resultar en una textura aún más tierna. Es importante no sobrecargar la masa con harina, ya que esto puede resultar en galletas duras. Mide la harina con cuidado, preferiblemente utilizando una balanza de cocina.
- Huevo: 1 unidad (mediano). El huevo actúa como aglutinante y añade humedad a la masa. Utiliza un huevo fresco a temperatura ambiente. Si el huevo está frío, puede dificultar la incorporación de la mantequilla y el azúcar.
- Extracto de vainilla: 1 cucharadita (opcional). La vainilla realza el sabor de la mantequilla y añade un aroma agradable. Puedes sustituirlo por otros extractos, como almendra o limón, o incluso por la ralladura de un cítrico.
- Sal: Una pizca. La sal equilibra los sabores dulces y realza el sabor de la mantequilla. Una pizca es suficiente; no te excedas.
Preparación Paso a Paso
La preparación de las galletas de mantequilla es un proceso relativamente sencillo, pero requiere atención a los detalles para asegurar un resultado óptimo. Sigue estos pasos cuidadosamente:
- Preparación inicial: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Prepara una bandeja para hornear cubriéndola con papel de horno (papel sulfurizado) o una lámina de silicona. Esto evitará que las galletas se peguen y facilitará su limpieza.
- Batir la mantequilla y el azúcar: En un bol grande, bate la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar glas hasta obtener una mezcla cremosa y pálida. Este paso es crucial para incorporar aire a la masa, lo que resultará en galletas más ligeras y tiernas. Utiliza una batidora eléctrica o, si lo prefieres, hazlo a mano con una espátula. Asegúrate de que no queden grumos de mantequilla.
- Incorporar el huevo y la vainilla: Añade el huevo y el extracto de vainilla (si lo usas) a la mezcla de mantequilla y azúcar. Bate hasta que estén completamente integrados. No batas en exceso, ya que esto puede desarrollar el gluten de la harina y resultar en galletas duras.
- Añadir la harina y la sal: Tamiza la harina sobre la mezcla húmeda y añade la sal. Mezcla con una espátula o cuchara de madera hasta que la harina esté casi incorporada. No mezcles en exceso, ya que esto puede desarrollar el gluten de la harina y resultar en galletas duras. Si la masa está demasiado pegajosa, añade una cucharada de harina adicional.
- Formar la masa: Forma una bola con la masa. Envuelve la masa en papel film y refrigera durante al menos 30 minutos. Este paso es importante para que la masa se endurezca y sea más fácil de manipular. La refrigeración también ayuda a prevenir que las galletas se extiendan demasiado durante el horneado.
- Estirar y cortar: Sobre una superficie ligeramente enharinada, estira la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente 5 mm (1/4 de pulgada). Utiliza cortadores de galletas de la forma que desees para cortar las galletas. Si la masa se pega al rodillo o a la superficie, espolvorea un poco más de harina.
- Hornear: Coloca las galletas cortadas en la bandeja para hornear preparada, dejando un pequeño espacio entre ellas. Hornea durante 8-12 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. El tiempo de horneado puede variar dependiendo de tu horno, así que vigila las galletas de cerca
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