Guisado de Patatas con Pollo: Un Plato Casero Reconfortante y Lleno de Sabor

El guisado de patatas con pollo es un plato clásico y reconfortante que evoca sabores de hogar y tradición. Su sencillez y versatilidad lo convierten en una opción ideal para cualquier ocasión, desde una comida familiar hasta una cena informal con amigos. Esta receta, transmitida de generación en generación, te guiará paso a paso para preparar un guisado delicioso y satisfactorio.

Ingredientes:

  • 1 kg de patatas, preferiblemente de variedad que no se deshaga (Monalisa, Kennebec)
  • 1 kg de pollo troceado (muslos, contramuslos, alitas)
  • 1 cebolla grande
  • 2 dientes de ajo
  • 1 pimiento verde italiano
  • 1 tomate maduro rallado o 200g de tomate triturado
  • 100 ml de vino blanco (opcional)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimentón dulce
  • Laurel
  • Caldo de pollo o agua
  • Sal y pimienta al gusto
  • Perejil fresco picado (para decorar)

Preparación:

  1. Preparación de los ingredientes: Pelar y cortar las patatas en trozos medianos, aproximadamente del mismo tamaño para asegurar una cocción uniforme. Picar finamente la cebolla, el ajo y el pimiento verde. Tener el tomate rallado o el tomate triturado listo. Salpimentar el pollo troceado.
  2. Sofrito: En una olla grande o cazuela, calentar un buen chorro de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Dorar el pollo por todos los lados. Retirar el pollo de la olla y reservar. En la misma olla, añadir la cebolla picada y sofreír hasta que esté transparente. Agregar el ajo picado y el pimiento verde picado y cocinar durante unos minutos más hasta que estén tiernos.
  3. Añadir el tomate: Incorporar el tomate rallado (o triturado) al sofrito y cocinar a fuego lento durante unos 10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el tomate haya perdido su acidez y se haya concentrado el sabor. Si el tomate es muy ácido, se puede añadir una pizca de azúcar para contrarrestar la acidez.
  4. Incorporar las patatas y el pollo: Añadir las patatas troceadas a la olla y remover para que se impregnen del sofrito. Agregar el pollo reservado y una hoja de laurel. Espolvorear una cucharadita de pimentón dulce (cuidado de no quemarlo) y remover para mezclar bien todos los ingredientes.
  5. Añadir el líquido: Verter el vino blanco (si se utiliza) y dejar que se evapore el alcohol durante un par de minutos. Cubrir las patatas y el pollo con caldo de pollo o agua caliente. La cantidad de líquido debe ser suficiente para cubrir los ingredientes, pero sin excederse demasiado, ya que no queremos que el guiso quede demasiado caldoso.
  6. Cocción: Llevar el guiso a ebullición, luego reducir el fuego a bajo, tapar la olla y cocinar a fuego lento durante aproximadamente 30-40 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas y el pollo esté completamente cocido. Remover ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo de la olla. Si el guiso se seca demasiado durante la cocción, añadir un poco más de caldo o agua caliente.
  7. Rectificar el sazón: Probar el guiso y rectificar el sazón con sal y pimienta al gusto. Ajustar la cantidad de pimentón si se desea un sabor más intenso.
  8. Servir: Servir el guisado de patatas con pollo caliente, espolvoreado con perejil fresco picado. Puede acompañarse con pan crujiente para mojar en la salsa.

Consejos y Variaciones:

  • Variedad de patatas: La variedad de patata influye mucho en la textura final del guiso. Las patatas Monalisa o Kennebec son ideales porque mantienen su forma durante la cocción, mientras que las patatas más harinosas pueden deshacerse y espesar el guiso. Si prefieres un guiso más espeso, puedes usar una variedad de patata más harinosa o añadir un poco de harina de maíz disuelta en agua fría al final de la cocción.
  • Tipo de pollo: Se pueden usar diferentes partes del pollo para el guiso, como muslos, contramuslos, alitas o incluso pollo entero troceado. Los muslos y contramuslos suelen ser más jugosos y sabrosos que la pechuga. Si usas pollo entero, asegúrate de trocearlo en porciones de tamaño similar para que se cocinen uniformemente.
  • Verduras: Se pueden añadir otras verduras al guiso, como zanahorias, guisantes, judías verdes o champiñones. Agregar las verduras en el momento adecuado para que se cocinen hasta quedar tiernas pero no demasiado blandas. Por ejemplo, las zanahorias se pueden añadir junto con la cebolla y el pimiento, mientras que los guisantes y las judías verdes se pueden añadir unos 15 minutos antes de que el guiso esté listo.
  • Especias: Se pueden añadir otras especias al guiso para darle un toque diferente, como comino, orégano, tomillo o romero. También se puede añadir un poco de azafrán para darle un color dorado y un sabor especial. Añadir las especias al sofrito para que se liberen sus aromas.
  • Vino: El vino blanco es un ingrediente opcional, pero añade un toque de sabor y complejidad al guiso. Se puede usar cualquier tipo de vino blanco seco, como un Albariño, un Verdejo o un Chardonnay. Si no se usa vino blanco, se puede sustituir por caldo de pollo o agua.
  • Picante: Si te gusta el picante, puedes añadir una guindilla o un poco de pimentón picante al guiso. Añadir el picante al sofrito para que se libere su sabor.
  • Para espesar la salsa: Si quieres una salsa más espesa, puedes retirar unas patatas del guiso, machacarlas con un tenedor y volver a añadirlas a la olla. También puedes añadir una cucharadita de harina de maíz disuelta en un poco de agua fría al final de la cocción.
  • Guiso en olla a presión: Para ahorrar tiempo, se puede preparar el guiso en una olla a presión. En este caso, reducir el tiempo de cocción a unos 15-20 minutos. Seguir los mismos pasos que en la receta tradicional, pero cerrar la olla a presión después de añadir el líquido y cocinar a fuego alto hasta que la válvula indique la presión correcta. Luego, reducir el fuego a bajo y cocinar durante el tiempo indicado. Liberar la presión de la olla antes de abrirla.
  • Guiso con caldo casero: Utilizar caldo de pollo casero en lugar de caldo de pollo comprado en la tienda para un sabor más rico y auténtico.
  • Truco de la abuela: Un truco de la abuela para un guiso aún más sabroso es añadir un hueso de jamón al principio de la cocción. El hueso de jamón aportará un sabor intenso y ahumado al guiso. Retirar el hueso de jamón antes de servir.

Información Nutricional (aproximada por ración):

(La información nutricional puede variar dependiendo de los ingredientes específicos y las cantidades utilizadas)

  • Calorías: 450-550
  • Grasas: 20-30g
  • Carbohidratos: 30-40g
  • Proteínas: 30-40g

Maridaje:

El guisado de patatas con pollo marida bien con vinos tintos jóvenes y ligeros, como un Rioja joven, un Garnacha o un Mencía. También se puede acompañar con un vino blanco seco y fresco, como un Albariño o un Verdejo. Para los amantes de la cerveza, una cerveza lager o una Pale Ale pueden ser una buena opción.

Origen e Historia:

El guisado de patatas con pollo es un plato de origen humilde que se ha cocinado en hogares de todo el mundo durante siglos. Su popularidad se debe a su sencillez, su versatilidad y su sabor reconfortante. La receta ha evolucionado a lo largo del tiempo, con diferentes regiones y familias añadiendo sus propios ingredientes y técnicas culinarias. En España, el guisado de patatas con pollo es un plato tradicional que se sirve en muchas casas y restaurantes, especialmente durante los meses de invierno.

Consideraciones sobre la Sostenibilidad:

Al preparar este guisado, podemos considerar la sostenibilidad eligiendo ingredientes de origen local y de temporada. Comprar pollo de granjas que practiquen la agricultura sostenible y el bienestar animal. Reducir el desperdicio de alimentos utilizando todas las partes del pollo y aprovechando las sobras para preparar otros platos. Comprar patatas y verduras de productores locales para reducir la huella de carbono asociada al transporte de alimentos.

Adaptación para diferentes dietas:

  • Sin gluten: Esta receta es naturalmente sin gluten, siempre y cuando se asegure de que el caldo de pollo utilizado sea también libre de gluten.
  • Sin lactosa: Esta receta es naturalmente sin lactosa.
  • Vegetariana/Vegana: Para una versión vegetariana o vegana, se puede sustituir el pollo por setas, tofu o seitán. Utilizar caldo de verduras en lugar de caldo de pollo.
  • Baja en carbohidratos: Para una versión baja en carbohidratos, se puede reducir la cantidad de patatas y añadir más verduras, como coliflor o brócoli.

Más allá de la receta: la ciencia del guisado

El guisado, más allá de ser una simple receta, es un proceso químico y físico fascinante. La cocción lenta y prolongada permite que las proteínas del pollo se desnaturalicen, volviéndose más tiernas y jugosas. Las patatas, al cocinarse, liberan almidón, que espesa la salsa y le da una textura cremosa. El sofrito inicial es crucial para desarrollar los sabores del guiso, ya que las reacciones de Maillard entre los aminoácidos y los azúcares de la cebolla, el ajo y el pimiento crean compuestos aromáticos complejos que contribuyen al sabor final del plato. La adición de vino blanco desglasa la olla y ayuda a disolver los sabores caramelizados que se han pegado al fondo, añadiendo profundidad y complejidad al guiso. El pimentón, además de aportar color, contiene antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que benefician la salud.

La importancia cultural del guisado

El guisado de patatas con pollo no es solo una receta, sino un símbolo de la cultura y la tradición culinaria. Representa la cocina casera, el compartir en familia y el aprovechamiento de los ingredientes disponibles. Cada familia tiene su propia versión del guiso, transmitida de generación en generación, con pequeños cambios y adaptaciones que reflejan sus gustos y preferencias. El guisado es un plato que evoca recuerdos de la infancia, de comidas familiares y de momentos especiales. Es un plato que nos conecta con nuestras raíces y con nuestra historia.

Variantes internacionales del guisado de pollo y patatas

Aunque esta receta se centra en la versión tradicional española, existen numerosas variantes del guisado de pollo y patatas en todo el mundo. En Francia, el "poulet basquaise" es un guiso similar que incorpora pimientos, tomates y jamón serrano. En Perú, el "ají de gallina" es un guiso cremoso de pollo desmenuzado con patatas y ají amarillo. En India, el "chicken aloo curry" es un guiso especiado de pollo y patatas con una base de tomate y cebolla. Estas variantes demuestran la versatilidad del guisado de pollo y patatas y su capacidad para adaptarse a diferentes culturas y gustos.

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