En la cocina, la creatividad y el ingenio son ingredientes tan esenciales como la sal y la pimienta. Hoy, exploraremos una receta que personifica este espíritu: el pastel de pescado hervido, una forma exquisita y práctica de transformar las sobras de pescado en un plato completamente nuevo y sorprendente. Lejos de ser una simple "receta de segunda", esta preparación eleva las sobras a un nivel culinario superior, ofreciendo una segunda oportunidad a esos deliciosos restos que de otra manera podrían desperdiciarse.
La idea central de esta receta reside en el aprovechamiento. Cuántas veces hemos cocinado un pescado al horno, a la plancha o hervido, y nos encontramos con que ha sobrado una porción considerable. En lugar de recurrir a opciones menos inspiradoras, el pastel de pescado hervido nos permite reinventar esos restos, transformándolos en un plato sofisticado y lleno de sabor. Además, es una excelente manera de incorporar pescado a la dieta de los más pequeños de la casa, presentándolo de una forma atractiva y apetitosa.
Uno de los aspectos más atractivos de esta receta es su flexibilidad. Si bien el pescado hervido es la base, los ingredientes complementarios pueden variar según tus preferencias y lo que tengas a mano. Puedes utilizar cualquier tipo de pescado blanco, como merluza, bacalao, rape o incluso salmón si buscas un sabor más intenso. Las verduras, como puerros, cebolletas, zanahorias o pimientos, añaden textura y nutrientes. Los huevos, la nata o la leche, y el tomate actúan como aglutinantes, creando una consistencia suave y cremosa. Las especias y hierbas aromáticas, como el perejil, el cebollino, el eneldo o la albahaca, realzan el sabor y aportan un toque fresco.
La elaboración del pastel de pescado hervido es sorprendentemente sencilla. El proceso se divide en varias etapas clave, cada una contribuyendo al resultado final:
Comienza pochando el puerro y la cebolleta (y cualquier otra verdura que desees añadir, como la zanahoria o el pimiento) en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. Cocina a fuego lento hasta que estén tiernas y ligeramente doradas. Este paso es fundamental para suavizar el sabor de las verduras y potenciar su dulzor natural.
Mientras las verduras se pochan, desmenuza el pescado hervido, eliminando cualquier espina o piel que pueda quedar. Asegúrate de dejar trozos pequeños pero no demasiado finos, para que aporten textura al pastel.
En un bol grande, mezcla el pescado desmenuzado con las verduras pochadas. Añade los huevos batidos, la nata líquida (o leche evaporada), el tomate frito (si lo utilizas) y las hierbas aromáticas picadas. Salpimienta al gusto. Mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una crema homogénea.
Engrasa un molde para horno (puede ser redondo, rectangular o incluso moldes individuales) y vierte la mezcla de pescado. Si lo deseas, puedes espolvorear un poco de pan rallado en la base para evitar que se pegue. Coloca el molde dentro de una bandeja para horno más grande y añade agua caliente hasta que llegue a la mitad de la altura del molde. Este proceso, conocido como "baño María", asegura una cocción suave y uniforme, evitando que el pastel se seque o se queme.
Hornea en el horno precalentado a 180ºC durante 35-40 minutos, o hasta que el pastel esté cuajado y dorado. Para comprobar si está listo, puedes insertar un palillo o una brocheta en el centro; si sale limpio, el pastel está listo.
Una vez horneado, deja que el pastel se enfríe completamente antes de desmoldarlo. Esto facilitará el proceso y evitará que se rompa. Puedes servirlo templado o frío, según tus preferencias.
La decoración es opcional, pero puede añadir un toque especial al pastel. Puedes decorarlo con gambas cocidas o langostinos, unas ramitas de perejil o cebollino, o una salsa rosa casera. También puedes gratinarlo con queso rallado antes de servirlo.
La belleza de esta receta reside en su adaptabilidad. Puedes experimentar con diferentes ingredientes y técnicas para crear un pastel de pescado único y personalizado. Aquí te presentamos algunas ideas para inspirarte:
Además de ser una excelente forma de aprovechar las sobras, el pastel de pescado hervido ofrece una serie de beneficios nutricionales. El pescado es una fuente rica en proteínas de alta calidad, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales esenciales. Las verduras añaden fibra, vitaminas y antioxidantes. Los huevos aportan proteínas y vitaminas del grupo B. En conjunto, el pastel de pescado es un plato nutritivo y equilibrado que puede formar parte de una dieta saludable.
El pastel de pescado hervido es más que una simple receta de aprovechamiento; es una oportunidad para ser creativos en la cocina, reducir el desperdicio de alimentos y disfrutar de un plato delicioso y nutritivo. Anímate a probar esta receta y descubre cómo transformar tus sobras de pescado en un manjar exquisito.
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